El Día del Niño en Argentina se celebrará el domingo 21 de agosto de 2022. El origen de la conmemoración se encuentra ligado a la Primera Guerra Mundial, a raíz de los destrozos humanitarios que tuvieron lugar en Europa, mientras que en la Argentina se festeja desde 1960.
Desde siempre se celebró en nuestro país el primer domingo de agosto hasta que en 2003, se trasladó el segundo al segundo domingo a pedido de la Cámara del Juguete. Desde 2013, también por otra solicitud de la misma entidad, la fecha pasó al tercero del mes. A partir de allí el día de los más chicos se conmemora el tercer domingo del mes.
¿Por qué celebramos el día del niño?
El término de la Primera Guerra Mundial permitió conocer los nefastos efectos que este conflicto bélico tuvo en millones de niños y niñas de los países involucrados. Con el impulso de la Cruz Roja, el 26 de septiembre de 1924 la Liga de las Naciones adoptó la “Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño” y un año después se declaró el primer día del niño. Tanto la declaración como la creación del día tienen como propósito reconocer los derechos específicos de la infancia y la responsabilidad de los adultos en resguardarlos.
La importancia de proteger los primeros años de la vida radica en asegurar un desarrollo adecuado y sano. Los niños y niñas tienen derecho a ser alimentados, a ser resguardados de toda explotación y a recibir una educación adecuada. Sin duda, estos principios deben ser motivo de celebración universal. Casi 95 años después de su instauración, este día sigue teniendo sentido y valor.
La infancia del Siglo XXI tiene muchas más oportunidades que la del milenio anterior, no cabe duda de esto. Pero también está expuesta a nuevas amenazas, que debieran llamar nuestra atención como educadores y padres.
Al mismo tiempo que la infancia moderna dispone de nuevos y poderosos medios para la expresión y la comunicación, un alto porcentaje de los alumnos de educación primaria carece de una comprensión lectora aceptable. Si bien la cobertura de escolaridad ha aumentado considerablemente, la educación que niños y niñas reciben es en muchos casos inadecuada o de baja calidad. Tempranamente los más pequeños tienen acceso a dispositivos que los estimulan y ofrecen intensas emociones, pero estas experiencias se viven sin la responsable compañía de un adulto.
Si bien las oportunidades que la infancia tiene en la actualidad a través del acceso a contenidos sin restricciones, al mismo tiempo los riesgos y peligros que conllevan las relaciones interpersonales con desconocidos en lugares remotos y las eventuales amenazas a la integridad física y psicológica de los menores, son también parte de la realidad del siglo XXI.
En el Día del Niño, un buen regalo es el tiempo: hacerse tiempo de calidad, sin cansancio ni otros problemas en la mente, para acompañar el descubrimiento y el aprendizaje de los más pequeños. Generar espacios de confianza y comunicación es esencial para eventuales situaciones de riesgo.
Celebrar la infancia es una ocasión para recuperar los espacios de comunicación y cercanía con niñas y niños, para acompañar y mediar la construcción de la imagen de presente y futuro de las nuevas generaciones. A pesar de las brechas culturales que el mundo digital está generando entre distintas generaciones, los niños de hoy necesitan de los conocimientos de los más grandes en torno a ciertas formas de actuar y decisiones que deberán tomar en el futuro.
Más que nunca, la celebración del día del niño debe recuperar su sentido original. No hay un mejor momento en el año para aprovechar las oportunidades que disponemos hoy para proteger la infancia y acompañar a los niños y niñas a crecer y desarrollarse plenamente.
Fabiana Cantilo se presenta en el Teatro San Nicolás