Interes General
18/11/2022 - 08:09:41



18 de Noviembre: Día Mundial de la Alimentación


La FAO tiene por propósito liderar los esfuerzos internacionales para combatir el hambre y la pobreza. Se plantea entre sus objetivos, lograr seguridad alimentaria para la población y garantizar el acceso regular a alimentos suficientes y de buena calidad. Para ello, enfatiza en la necesidad de repensar el sistema global de producción de alimentos y lograr una agricultura más eficiente, productiva y sustentable. El lema elegido para este 2022 es Alimentos seguros ahora, para un futuro saludable.

¿Qué es la seguridad alimentaria?

Su definición comprende cuatro pilares:
1. La disponibilidad física y suficiente de alimentos, que depende de la producción, la distribución y el comercio;
2. el acceso oportuno a los alimentos en los hogares. Esta condición no siempre está garantizada con la sola oferta alimentaria, sino que requiere de gobiernos que implementen políticas públicas con enfoque en materia de ingresos, de reducción del precio de los alimentos nutritivos, de incremento de la disponibilidad y accesibilidad a las dietas saludables, para toda la población;
3. buenas prácticas de salud y alimentación en los hogares, que resultan en una buena utilización nutricional y biológica de los alimentos;
4. la estabilidad de las tres dimensiones anteriores.

La seguridad alimentaria en el mundo

La promoción de una agricultura sostenible es una medida imprescindible, dado el aumento de la población mundial y la creciente demanda de alimentos. Este cambio de paradigma requiere de la participación de todos los actores sociales trabajando de manera solidaria, priorizando el derecho de todos/as a la alimentación, a la seguridad alimentaria y a la nutrición en condiciones de igualdad.

Las estimaciones indican que cerca de 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, cifra que representa casi el 9% de la población mundial. Estos datos indican que estamos cada vez más lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que proponían hambre cero para el año 2030. El aumento de la inseguridad alimentaria y la malnutrición son hechos de la realidad, así como el elevado costo de los alimentos nutritivos y la creciente desigualdad en el acceso a ellos.

Las dietas poco saludables se han convertido en una de las principales causas de enfermedad a nivel mundial. Como consumidores/as también somos parte integrante y activa del funcionamiento del sistema agroalimentario. En ese rol, podemos ejercer la responsabilidad de elegir alimentos saludables y sostenibles con el fin de aumentar su demanda, impulsando así la transformación hacia un mejor sistema alimentario para toda la población y un futuro saludable. Del mismo modo, disminuir el desperdicio alimentario -a través de pequeñas acciones- puede contribuir en gran medida a la mejor distribución de los alimentos, a facilitar su accesibilidad, a evitar convertir en basura lo que a tiempo puede ser un alimento consumible y de calidad.

En la actualidad, la pandemia, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania y las tensiones políticas y económicas internacionales han producido un significativo aumento del precio de los alimentos, afectando la seguridad alimentaria mundial y el aumento de la desigualdad. Otros factores pueden incidir negativamente: el cambio climático (las sequías, las inundaciones), un ineficiente sistema de distribución, la monopolización de la producción de alimentos, los aumentos desmedidos que disponen las empresas productoras, la falta de políticas públicas que aborden la temática, el desempleo, la conflictividad social, entre otros.

Dados estos obstáculos que atentan contra la seguridad alimentaria y la nutrición, es preciso el compromiso de los Estados para lograr la necesaria la transformación de los sistemas agroalimentarios, de modo que proporcionen alimentos nutritivos y de buena calidad, y a un menor costo para que sean accesibles para toda la población, de forma sostenible e inclusiva.

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