Si bien el evento La Niña alcanzó su máximo esplendor durante el mes de noviembre y ahora poco a poco va perdiendo intensidad, todavía sigue impactando fuerte en todo Sudamérica, especialmente con aspectos de pocas lluvias sobre el sudeste de Brasil, este de Paraguay y la mayor parte de Uruguay y Argentina. Esta situación sigue potenciando la sequía que se está padeciendo en toda la región.
Al respecto, el meteorólogo, Leonardo De Benedictis destacó que “las últimas actualizaciones de los pronósticos climáticos de mediano y largo plazo, donde se evalúa la probable evolución del evento La Niña, han mostrado una tendencia de un relativamente rápido aumento de la temperatura sobre el océano Pacífico, lo que marca un notable debilitamiento del evento La Niña, acelerando la transición a una situación Neutral”.
Pero todo este proceso, “no se realiza de un día para el otro, sino que es un período de transición en el que comienzan a presentarse una circulación del viento en la que se promueve el ingreso de humedad al sur y sudeste de Sudamérica, generando un importante aumento de la probabilidad de desarrollos de precipitaciones, generando un incremento del volumen de agua caída y la frecuencia de los eventos esperados”.
Las lluvias en enero
El especialista marcó que “la mayor parte del centro y este del territorio nacional se presentará con características de lluvia por debajo de los niveles medios, y esto se hace extensivo al sur de Brasil y gran parte de Paraguay. También, aunque en menor medida, Uruguay presentará estas condiciones de déficit hídrico”.
Destacó que “durante el mes de enero, una de las zonas que podría estar seriamente comprometida es la zona centro y norte del país, con algunos núcleos algo más intensos sobre zonas de la región pampeana y del norte argentino”.
Por lo tanto, “para encontrar una mejora más franca de las condiciones de lluvia en el país habrá que esperar un mes más, y recién en febrero podríamos comenzar a observar un sistema más dinámico por el que la humedad empiece a ser más importante y eso generará una mayor recurrencia de lluvias y un mayor volumen acumulado, junto a que se espera que las mismas comiencen a ser algo más generalizadas”, adelantó De Benedictis.
Olas de calor
Al analizar la situación de las marcas térmicas, pronosticó que “la mayor parte del país presentará temperaturas superiores a lo normal, y si bien hasta ahora no hemos tenido valores de temperatura demasiado elevados, salvo por la primera semana de diciembre, el resto del mes se comportó con valores bastante moderados”.
"Los registros térmicos del mes serían superiores a lo observados en diciembre, y esto muy probablemente aumente la frecuencia de olas de calor que se pueden presentar durante enero y si bien la estructura estará alejada de lo ocurrido a lo largo de enero de 2022, con esa extensa y extrema ola de calor que padeció gran parte del país, igualmente se podrán observar períodos largos con elevadas temperaturas, aunque se prevé que sean más cercanas a los parámetros medios, con olas de calor de extensión moderada”, cerró de Benedictis.