Un nuevo informe de la Bolsa de Comercio de Rosario indica que las proyecciones para la soja siguen derrumbándose como consecuencia de la sequía extrema y será la segunda peor cosecha de los últimos quince años.
La pérdida es estimada en 9 mil millones de dólares. En cuanto al maíz se estima una caída del 15% en la producción respecto a los 50 Mt que se esperaban con un escenario climático normal.
"La producción cae un 7% de enero a febrero recortando de 37Mt a 34,5 Mt y de esta manera será la segunda peor cosecha nacional de los últimos quince años, siendo ya inferior a la del 2017/2018 (35 Mt)" describe el documento respecto de la soja. Según cálculos del mercado, la pérdida sería del orden de los 9 mil millones de dólares, lo que preocupa al gobierno que cuenta con los ingresos de los dólares del campo para engrosar las reservas.
En cuanto a la evolución de la producción de soja, la BCR detalla que tal como se advertía en enero, se realizó un fuerte ajuste de pérdidas de área trabajadas llegando a 1 millón de hectáreas perdidas de soja.
“Con este nuevo guarismo se ha calculado el nuevo volumen estimado de soja (34,5 Mt), por lo que habrá un 18% menos de cosecha que hace un año atrás, cosecha también afectada por la falta de agua. El rinde nacional ha descendido pasando de 24 qq/ha en enero a 23 qq/ha en febrero”, indica el reporte.
En tanto que para el maíz ya se estima una caída del 15% en la producción y se dan por perdidas 7,5 Mt de maíz argentino estimándose que con 42,5 Mt será la peor cosecha argentina de los últimos 5 años.
Desde la Bolsa de Comercio de Rosario, informaron que tras un alivio momentáneo por algunas lluvias caídas durante enero, el clima sigue pegando y el cultivo está sufriendo un escenario muy delicado.
En términos de rinde, con 64,1 qq/ha es la cuarta peor marca en 15 años a pesar del enorme salto tecnológico del cultivo, las crecientes dosis de fertilización y del hecho inédito de que las siembras tardías ocupan casi el 75% del área de siembra nacional.
Este volumen estimado de maíz (42,5 Mt) es casi un 17% menos de cosecha que hace un año atrás, cuando la cosecha también fue afectada por la falta de agua.
En el 2021, un caudal inesperado de lluvias de fines de enero y principios de febrero le daba un vuelco a la campaña de maíz. En los mapas, Santa Fe, Córdoba, norte de Buenos Aires y Entre Ríos se teñían de azul (excedentes), los maíces tempranos atravesaban etapas críticas lejos de limitantes hídricas.
Llama la atención de que casi en las mismas fechas de aquel entonces se hayan dado en el 2023 dos eventos vitales para la región pampeana. Pero hay muchas diferencias con el 2021: las lluvias esta vez fueron mucho más dispersas y de menor cobertura y sobre suelos casi sin reservas de agua tras 23 meses de lluvias por debajo de lo normal.
"Una sucesión de eventos generosos, aunque de dispar volumen y cobertura se alternaron desde el 19 de enero (del 2023). Incluso continuaron en el inicio del nuevo mes", explica Aiello en el documento. Esta vez, los cambios fueron en una escala menor y la mejora duró mucho menos que en el 2021. Por eso, lamentablemente, desde mediados de la semana pasada vuelven a verse cultivos estresados. Y sin lluvias importantes a la vista hasta dentro de 10 a 15 días y transitando una nueva ola de calor, los ánimos del sector han vuelto al desánimo.