El precio subió casi 4 veces del productor a la góndola

El Índice de precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora mensualmente la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), destacó que en el primer mes del año los consumidores pagaron en promedio 3,5 veces más de lo que cobraron los productores por los alimentos.

En ese sentido, desde la entidad gremial-empresaria indicaron que “ese dato representa un leve incremento respecto de la brecha de 3,4 veces de diciembre de 2022” en el precio de los alimentos y detallaron que en enero “los consumidores pagaron $3,5 por cada peso que recibieron los productores”.

“En promedio, la participación del productor explicó el 28,2% de los precios de venta final. Los productores de frutilla tuvieron la mayor participación (51,6%), mientras que la menor fue para los de manzana roja (9,9%)”, indicaron desde el organismo.

A su vez, la CAME remarcó que “la caída del poder adquisitivo de los consumidores también ha limitado mantener y/o elevar los precios de góndola de varios de los alimentos que conforman la canasta IPOD durante el primer mes del año”.

“Otro de los factores que influyó en la conformación de precios de los alimentos fue el aumento de los costos logísticos. Durante 2022, insumos básicos como el gasoil y los neumáticos presentaron incrementos del 121% y 124%, respectivamente, subas que superaron a la inflación“, advirtieron desde la entidad.

Más allá del promedio, el detalle del informe elaborado por la CAME sobre el precio de los productos muestra una diferencia entre la brecha productor-consumidor entre los alimentos frutihortícolas y los derivados de la ganadería.

Concretamente, el IPOD frutihortícola reveló que los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta de alimentos se multiplicaron por 4,9 veces en enero, por lo que el consumidor pagó $4,9 por cada $1 que recibió el productor frutihortícola.

El Índice de precios en Origen y Destino ganadero, por su parte, arrojó que por los cinco productos y subproductos que componen la canasta de alimentos, el consumidor abonó tres veces más de lo que recibió el productor agropecuario.