Las altas temperaturas y el calor agobiante sin lluvias que vive gran parte del país desde hace ya varios días, especialmente la región central, trajo aparejada una invasión de pequeños insectos diminutos llamados trips.
El nombre científico de estos pequeños animales es Caliothrips phaseoli y pertenecen al género Thysanoptera. Según la descripción que hace el Sistema Nacional de Vigilancia y Monitoreo de Plagas (Sinavimo), el insecto presenta el dorso de la cabeza y el tórax reticulados, las alas anteriores con dos áreas claras que las atraviesan a manera de bandas y las patas son oscuras con el extremo de las tibias claras. Las formas larvales son de coloración amarillo claro.
Muchas personas mostraron el malestar que les generó la presencia de estos insectos, ya que por la ola de calor comenzaron a revolotear y a subirse a todos lados, inclusive se quejaron de la picazón que provocan.
“Estos parásitos, que son habitantes normales en aves, se observan principalmente en las palomas. Con estas temperaturas empiezan a saltar de un lado a otro, incluso a los humanos; produciendo urticaria”, especificó el veterinario Adrián Petta.
“Lo primero que hay que hacer es consultar a un médico para que le de al paciente un antiparasitario, que puede ser un shampoo, un jabón, una loción o una pipeta para que la hinchazón baje”, aconsejó el veterinario.
Y agregó: “Poner vinagre en la piel ayuda a bajar la picazón ya que es un disipador. No va producir mucho un alivio sino que va a ahuyentar el piojo, nada más”.
En caso de que los piojillos se impregnen en la ropa, dijo que “hay que sacársela inmediatamente y ponerla a lavar”. Para ello, “se usa el jabón líquido normal, que tiene unas sustancias que el piojillo no resiste y lo mata”.
Los trips adultos son de color gris oscuro casi negro y miden poco más de 1 milímetro de longitud. Incluso, en la Ciudad y el Conurbano la ropa recién lavada y colgada en la soga se transformó en una suerte de atractor cromático y quedó impregnada de cientos de trips.