El 25 de mayo de 1810, un grupo de patriotas argentinos liderados por figuras como Juan José Castelli, Manuel Belgrano y Cornelio Saavedra, tomaron el poder en Buenos Aires, la capital del Virreinato del Río de la Plata.
Este hecho significó el inicio de un proceso de ruptura con España y el comienzo de una lucha por la independencia, que además trajo aparejado el inicio de cambios políticos, sociales y culturales que transformaron profundamente la sociedad argentina.
La lucha por la libertad y la autonomía fue una batalla que se libró en varios frentes: político, militar, social y cultural.
En el frente político, nuestros próceres buscaron establecer un gobierno propio que representara los intereses de la nación argentina y que rompiera con el sistema colonial impuesto por España.
En el frente militar, se libraron numerosas batallas contra las fuerzas españolas que buscaban mantener el control del territorio.
En lo social, se luchó por la igualdad y la justicia, con la abolición de la esclavitud y la búsqueda por establecer un sistema más equitativo y justo.
Respecto a lo cultural, el objetivo fue consolidar una identidad nacional propia, Este proceso fue largo y duró varias décadas, sin embargo aquél día de la Revolución de Mayo fue un punto de inflexión en la historia de Argentina y sentó las bases para la construcción de una nación independiente.