La vicegobernadora bonaerense, Verónica Magario, consideró que es "urgente" acordar "un nuevo pacto social que provea las condiciones elementales para el bienestar de nuestro pueblo", al participar en Mar del Plata del acto de apertura de la Semana Social de la Iglesia, organizada por la Comisión Episcopal de Pastoral Social (Cepas).
Para Magario, "este nuevo pacto social debe profundizar y perfeccionar las políticas de Estado en materia de niñez, de educación, de salud pública, de trabajo digno como eje de la vida, de inclusión, de protección de nuestros adultos mayores" ya que, según opinó, "sin protección a la niñez y a la adolescencia no va haber futuro en nuestro país".
La vicegobernadora de la Provincia compartió el panel de inicio de las jornadas con el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Monseñor Oscar Ojea; el titular de la Cepas, Monseñor Jorge Lugones, el obispo de Mar del Plata Monseñor Gabriel Mestre, el ministro del Interior de la Nación, Eduardo "Wado" De Pedro y el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro.
Junto a ellos, propuso reflexionar sobre la integralidad de las acciones. "Es indispensable pensar políticas públicas federales y universales, que no sólo garanticen la inclusión real del pueblo, sino que involucren a todos los sectores en materia de la cuestión social y que no sean meras destinataria de planes, proyectos, programas, que vienen financiados por los bancos internacionales sino que estén constituidas dentro de nuestro territorio en función de las necesidades propias".
Respecto al lema del encuentro de este año, “40 años de democracia y 10 años de Francisco", Magario reflexionó que "los procesos de mayor bienestar en nuestro pueblo tuvieron lugar en aquellos períodos democráticos en los que no se implementaron políticas de ajuste, de endeudamiento y de sometimiento a intereses extranjeros y se hizo todo lo contrario. Lamentablemente no todos los procesos democráticos tuvieron ese comportamiento".
Para finalizar, indicó que "es necesario llevar a cabo la prédica del Papa Francisco en términos de la cultura del encuentro como una construcción constante a partir de la escucha que nos habilita la posibilidad de debatir, comprender, superar las diferencias, y en el encuentro de consensos que nos permitan encontrarnos en la búsqueda del bien común, es decir, con todos y todas incluidos".