Una mujer de 50 años recibió una llamada telefónica donde le decían que su cuenta de WhatsApp había sido hackeada y le pidieron que enviara un código de 6 dígitos para desbloquearla. La víctima accedió y ya no pudo acceder a la aplicación de mensajería.
Más tarde, una amiga se comunicó para decirle que le había realizado una transferencia bancaria por $25.000 ya que había recibido un mensaje solicitando dinero. En ese momento constataron que había sido estafada.