Judiciales
11/08/2023 - 11:37:34



Defensor Pablo Prati: “La prueba científica corrobora que el arma fue disparada por la propia Johana”


El 7 y 8 de agosto pasados se iba a realizar el juicio por jurados por la muerte de la oficial de policía Johana Rojas, ocurrido en 2018 en Villa Ramallo. En el procedimiento se iba a juzgar a Antonio Luna, quien se encontraba privado de su libertad desde hace cinco años, cumpliendo arresto domiciliarios.

El juicio se suspendió luego de que la fiscal del caso desistiera de la acusación por considerar que no estaba probada la participación del acusado en el hecho. Ahora, la jueza Belén Ocáriz, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1, dictó el sobreseimiento de Antonio Luna.

En diálogo con Radio Net, el Defensor Oficial, Dr. Pablo Prati sostuvo que Luna fue detenido y privado se libertad por "presunción (de ser autor del hecho), sin pruebas" y que luego "la prueba científica corrobora que el arma fue disparada por la propia Johana".

Días atrás, El Informante compartió una nota escrita por el Dr. Pablo Prati, titulada "Los pobres también merecen Justicia" la cual decía lo siguiente:

"En el año 2017, la tranquila localidad de Villa Ramallo fue conmocionada por la triste y trágica noticia, Johana Rojas una joven y querida habitante de esa comunidad había muerto con un disparo de arma de fuego en su cabeza, con el arma que la institución policial le había entregado por ser miembro de ella.

Antonio Luna fue detenido por ser sospechoso de haber cometido un crimen aberrante. Proclamó su inocencia, pero su voz no fue escuchada.

Cinco años de su vida, desde los 66 a los 71 años, Antonio Luna fue privado de su libertad. Los primeros años en un penal y los restantes prisionero en su casa.

Antonio Luna esperó pacientemente ser juzgado, que transcurra una pandemia de alcance mundial, encerrado en su vivienda que fue vandalizada, despojado de sus bienes sin que nadie lo impidiera. Antonio Luna se volvió aún más pobre y vulnerable.

Antes de ser detenido trabajaba haciendo pozos, alambrando, limpiaba excrementos de cerdos en un establecimiento de un conocido habitante de Villa Ramallo.

Luna es un hombre pacífico, conversador, gustaba de juntarse a tomar un licor o una cerveza en el bar de Gibodout después de trabajar horas con su cuerpo.

Antonio ( “el viejo” como le dicen algunos), no molestaba a nadie, tiene la voz silenciosa de los pobres y pobre morirá.

Tal es su indigencia que durante los años de encierro que debió esperar el juicio, vivió gracias a la caridad de los vecinos del barrio Fonavi, ellos no sobresalen por su fortuna material, pero sí ricos en humanidad. Desde el primer momento creyeron en la inocencia de Luna, proveyéndole alimentos, abrigo y medicina.

El 7 y 8 de agosto se iba, al fin, realizar el juicio con jurado popular, con vecinos de distintas ciudades que iban a oír y ver con qué prueba se lo acusaba a Luna de un crimen que no cometió.

Pero algo sucedió. Gracias a la profesionalidad, idoneidad y decencia del cuerpo de peritos que intervinieron en la investigación de la muerte de Johana Rojas, encabezados por el Comisario Inspector Retirado Sergio Daniele, días antes del juicio confirmaron con evidencia científica que Johana Rojas provocó su propia muerte.

Hoy el juicio fue suspendido por haber desistido la fiscal de la grave acusación que pesaba sobre Antonio Luna.

Próximamente Luna retomará sus hábitos, hará changas y conversará pacíficamente con los parroquianos del bar al que concurrirá después de trabajar con su cuerpo ya gastado.

Lo que no podrá Antonio es recuperar los cinco años de su libertad que le fueron arrebatados."


Nota telefónica con el Dr. Prati:

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