Las subas comenzaron el lunes por la tarde y entre lo que más aumentó se encuentran las aceites y los enlatados.
El incremento de precios de los alimentos registrado no podía dejar de alcanzar, por lógica relación, al sector hotelero gastronómico.
Alejandro Pastore, titular de la Aehgar (Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica y Afines), aseguró que el lunes por la tarde “comenzaron a llegar listas de precios nuevas en casi todos los rubros, con piso de 10 por ciento en lácteos y papas y topes de entre 25 y 30 por ciento en aceites. Subieron mucho los descartables (20 por ciento), las harina (20) y algunos enlatados (entre 20 y 25). Prácticamente, todo el mundo aumentó sus productos".
Ante un panorama de tal estilo, siempre se impone querer conocer si los comerciantes podrán absorber el incremento o lo trasladarán linealmente a los precios finales: "No somos formadores de precios y todos los meses hay un corrimiento de precios generado por la inflación, pero con el cimbronazo de ayer es imposible no trasladar los precios. Podremos absorberlo durante unos pocos días pero mínimamente habrá una transferencia a los precios al consumidor de un 10 por ciento", dijo Pastore.
De esta manera, Pastore estima "una retracción en el consumo. A todos nos pasa porque somos consumidores también; no somos un compartimiento estanco. Es probable que esto haga aumentar una suba en la compra de otros artículos, pensando en que se puede comprar más barato que en los próximos días. Eso impactará en otros rubros, como el nuestro, que depende de una decisión de consumo mucho más inmediata pero con el dinero que generalmente queda disponible de manera adicional".
Con este escenario de tres tercios "es difícil aventurar quién conducirá al país desde el 10 de diciembre", consideró el empresario, "pero anhelamos que alguien encuentre la solución a este complejo tema de la inflación y nos dé un poco de tranquilidad para vivir".