La Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires constató que la planta productora de agroquímicos ubicada en el Parque Industrial COMIRSA de la localidad de Ramallo, es un establecimiento de tercera categoría, cuyo funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población y puede ocasionar daños graves a los bienes y al medio ambiente.
La situación de PROCHEMBIO se vería agravada por que la planta aumentó su tamaño y producción: desde que fue denunciada pasó de 5 a 10 naves productivas y además no contaría con los permisos para funcionar por parte de las autoridades competentes, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Autoridad del Agua.
La resolución ordena el cese del funcionamiento de la empresa hasta que pruebe que obtuvo los permisos de las autoridades, cumpliendo con los mecanismos legales, que incluyen la audiencia pública y la participación ciudadana.
La causa comenzó en 2015 cuando la "Asociación Civil Foro Medio Ambiental" (FOMEA) presentó una acción de amparo contra la firma Prochem Bio S.A. reclamando el inmediato cese del daño ambiental de incidencia colectiva que provoca la empresa demandada.
La empresa Prochem Bio S.A. se dedica a la elaboración de productos químicos y agroquímicos y en el desarrollo de su actividad volcaría efluentes contaminantes al Arroyo Ramallo que desemboca en el Río Paraná, también se le reprochan las descargas de gases que generaría y los diversos incidentes de derrames y explosiones.
La asociación actora, FOMEA reclamó que las decisiones judiciales no garantizaban el derecho a un ambiente sano y que no cumplían con el requisito de “tutela judicial efectiva” dado que pese a las irregularidades constatadas por todos los jueces intervinientes no ordenaron el cese de la actividad ilegal, la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires le dio la razón a FOMEA y ordenó el inmediato cese de la actividad.
Fuente: Organización de Ambientalistas Autoconvocados