Por Dr. Martín Brignoli
El voto en Argentina es obligatorio, pero qué sucede si un elector no elige a ninguno de los dos candidatos en las urnas el próximo 19 de noviembre.
El domingo 19 de noviembre se realizará el balotaje en Argentina. Los ciudadanos deberán elegir entre los candidatos presidenciales Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza), para definir quién será presidente durante los próximos cuatro años. Pero aquellos que no opten por ninguna de las fórmulas, pueden ejercer el derecho a votar en blanco, según el Código Electoral Nacional (CEN).
El voto en blanco es considerado un voto válido, pero no afirmativo. De acuerdo al artículo 151 del CEN, resultará electa la fórmula “que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”. Es decir, en segunda vuelta, LOS VOTOS EN BLANCO NO FAVORECEN A NINGUNO DE LOS CANDIDATOS.
Qué es el balotaje
El balotaje fue implementado en Argentina en 1995, un año después de la reforma de la Constitución Nacional. Los artículos 97 y 98 de la Carta Magna señalan que un presidente asume su cargo cuando su fórmula consigue:
Más del 45 % de los votos afirmativos;
Al menos 40% de los votos y una diferencia porcentual mayor a 10 puntos con respecto a la fórmula que le siguen.
Voto en blanco: qué es y a quién favorece en un balotaje
Los votos en blanco son aquellos sobres vacíos o con papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes. También son considerados cuando falta un cuerpo de boleta correspondiente a una categoría.
El voto en blanco es considerado un voto válido, pero no afirmativo.
Según dicta el artículo 151 del CEN, resultará electa la fórmula “que obtenga mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”. Es decir, en segunda vuelta, los votos en blanco no favorecen a ninguno de los candidatos, ya que serán excluidos del conteo final.
Votos en blanco en balotaje: cómo se cuentan
En la Argentina, para ganar en primera vuelta en las elecciones generales, un candidato debe obtener más del 45% de los votos afirmativos, o por lo menos el 40% de los votos y una diferencia porcentual mayor a 10 puntos con respecto a la fórmula siguiente.
Si esto no sucede, como ocurrió en las elecciones generales del 22 de octubre, se realiza un balotaje. Es decir, una segunda vuelta para definir al próximo presidente.
El Código Electoral Nacional establece que en un balotaje resultará elegida la fórmula presidencial que obtenga “mayor número de votos afirmativos válidamente emitidos”. De esta manera, los votos en blanco serán excluidos del conteo final.
Qué diferencia hay entre voto en blanco, nulo e impugnado
Según el Código Nacional Electoral, un voto en blanco se computa cuando el sobre contega un papel de cualquier color, sin inscripciones ni imagen alguna o se encuentre vacío.
En cambio, el voto nulo, es aquel que se emite mediante boletas no oficializadas, contiene objetos extraños, y/o defectos formales suficientes como para anular la opción electoral.
En tanto, los votos impugnados se refieren a aquellos emitidos por un elector cuya identidad ha sido cuestionada por las autoridades de mesa o los fiscales. La impugnación se realiza en el momento previo a emitirse el sufragio.
En las PASO o primarias, de acuerdo con la ley, las listas deben superar el umbral del 1,5% de los votos válidamente emitidos, es decir, tanto afirmativos como blancos. Por eso, el porcentaje de votos en blanco se incluye dentro del total de sufragios de las distintas listas. Es decir, los votos se contabilizan sobre la base de los votos válidos, lo que implica que los votos en blanco son considerados en el conteo final en las PASO.
En las elecciones GENERALES el conteo es distinto. Como en el BALOTAJE, los votos se deben contar sobre los “VOTOS AFIRMATIVOS VÁLIDAMENTE EMITIDOS”. Por eso, en las elecciones generales y en el balotaje el universo se achica respecto al de las PASO: para calcular los porcentajes sólo se cuentan los afirmativos y se excluyen los votos en blanco.
Al excluir del conteo los votos en blanco en las generales, una agrupación tiene más probabilidades de alcanzar el umbral del 40% o 45% necesario para ganar en primera vuelta, en comparación con si se contabilizaran todos los votos válidos. El 19 de noviembre el proceso será el mismo: los votos en blanco serán excluidos del conteo final.