El Gobierno avanzará este viernes en el cronograma de descongelamiento previsto para el impuesto a los combustibles y por su incidencia en el precio, podría haber un nuevo aumento en surtidores, algo que se repetirá en abril y mayo. Si las petroleras decidieran trasladar ese mayor costo, el incremento rondará el 4% para la nafta y 3% para el gasoil, mientras que si se suma el avance del dólar oficial podría sumar un 2% adicional. Esto sumará mayor presión a la inflación en medio de una sensible caída del consumo.
A principios de febrero el ministro de Economía, Luis Caputo, definió descongelar el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), ya que se habían mantenido sin cambios durante más de dos años y medio. Ambos tributos debían actualizarse en base a la inflación, por lo que se decidió en primera instancia aplicar los aumentos correspondientes a 2021 y 2022 que, sumado al incremento de biocombustibles, arrojó una suba del 6% promedio en YPF, Shell, Axion y Puma Energy.
El Decreto firmado por el titular del Palacio de Hacienda había fijado un cronograma para aplicar las subas pendientes del 2023 para ambos impuestos, el cual fue ratificado por fuentes de la Secretaría de Energía. Así es que se definió que desde el 1 de marzo se computará la inflación del primer y segundo trimestre del año pasado. En abril se aplicará el tercero y en mayo la variación correspondiente al cuarto trimestre, que serán las de mayor impacto.
Fuente: Infobae