Por Nicolás Pastocchi
Cuando la naturaleza se ensaña, es complicado. Ahí el deporte pasa a un segundo plano. San Nicolás fue azotada hace siete días por una especie de tornado que hizo estragos en casi toda la ciudad, pero no fue todo, porque esta semana decidió llover como si fuera la última vez. Por eso, los clubes, lugares fundamentales del ADN argentino, es donde siguen demostrando su enorme función social.
Podríamos destacar la enorme performance de Sol Amaya, que mantiene encendida su ilusión olímpica, o los chicos del ciclismo que la rompieron en el Argentino, el buen andar de Regatas y Somisa en la Liga Federal de básquet o una nueva convocatoria de Javier Burrai a la selección ecuatoriana. Pero la realidad nos lleva para otro lado.
Si los clubes son claves para entender la idiosincrasia de nuestro país, también en estas situaciones se resalta el “A la gente, solo la ayuda la gente”. El espíritu de ayudar al que la está pasando mal, también es parte de nuestra gente. Y combinados, generan una potencia increíble.
En la tarde de ayer, apenas comenzaron a conocerse las noticias de los evacuados, de una u otra forma, los clubes de la ciudad llamaron desde sus redes sociales a colaborar. Como un montón de organizaciones y gente, que, desde el anonimato, hacen mucho para ayudar. Pero la fuerza de la masa societaria de los clubes genera un movimiento difícil de frenar.
Por eso, seas socio o no, acercate al club más cercano. Acá no hay Regatas, Belgrano, La Emilia, Paraná, Somisa o 12 de Octubre. Las inclemencias del tiempo han traído tantas complicaciones a la sociedad nicoleña, que la ayuda será más que necesaria. Que los colores sean unidos.
Autotransporte de Pasajeros San Sebastián apoya la difusión del deporte de la ciudad.