Cada 30 de marzo se lleva a cabo el Día Mundial de los Trastornos Bipolares en conmemoración al nacimiento del reconocido pintor Vincent Van Gogh, quien fue diagnosticado con trastorno bipolar tras su muerte. El objetivo de esta fecha es concientizar sobre la bipolaridad, las diferentes formas que la misma puede adoptar, de qué manera las personas pueden padecerla y, especialmente, combatir el estigma asociado a los trastornos mentales en general.
Ineco define en su portal a los trastornos bipolares (también llamado maníaco – depresivos) como un conjunto de enfermedades del sistema nervioso central en donde se afectan los sistemas que regulan el normal fluir de los estados del ánimo. “En las personas afectadas por trastornos bipolares estos mecanismos están afectados de manera tal que presentan estados anímicos que son patológicos por su amplitud y/ó duración o se presentan en un contexto inadecuado afectando su capacidad de adaptación y generando conductas que resultan inconvenientes”.
Básicamente las personas afectadas por trastornos bipolares presentan tres tipos de crisis anímicas:
- Episodios maníacos y/ó Hipomaníacos.
- Episodios depresivos.
- Episodios mixtos.
Estas crisis se pueden dar en sucesión y separadas por años, meses, semanas, días, e incluso horas. La evolución de los trastornos bipolares es muy diferente en cada persona y depende, en buena medida, del tratamiento recibido.
Según el Tercer Consenso Argentino sobre el manejo de los Trastornos Bipolares, los mismos tienen una prevalencia a lo largo de la vida del 1.0% para el trastorno bipolar tipo 1 y de 0,4% para el trastorno bipolar tipo 2. La edad de inicio más frecuente de los mismos es entre los 20 y 30 años, aunque también pueden desarrollarse formas tardías del trastorno.
Fuente: Infobae