Interes General
23/04/2024 - 08:55:38



23 de Abril: Se celebra el Día Internacional del Libro


Cada 23 de abril el mundo celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, una fecha que destaca la importancia de la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.

Esta conmemoración encarna el esfuerzo colectivo por promover el libro como pilar fundamental de la cultura y el progreso social. Además, durante esta fecha, distintas organizaciones buscan instruir a las personas sobre los derechos de autor, fundamentales para asegurar que los creadores reciban el reconocimiento y los beneficios económicos por sus obras.

El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor tiene su origen en una iniciativa de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) que se remonta a 1995.

La UNESCO promueve esta jornada no solo como un acto de celebración sino también como un llamado a la acción para que gobiernos, instituciones educativas, bibliotecas, grupos culturales, autores y editores trabajen de manera conjunta en pro de la difusión del libro y la defensa de la propiedad intelectual.

La elección de esta fecha se debe a varios acontecimientos históricos relacionados con la literatura que coinciden en este día. El 23 de abril de 1616 murieron tres grandes escritores: Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, aunque cabe mencionar que las fechas no son exactamente contemporáneas debido a la diferencia entre los calendarios juliano y gregoriano. Además, la fecha también coincide con el nacimiento o fallecimiento de otros destacados autores en diferentes años.

Los derechos de autor, principios y normativas que aseguran los derechos sobre obras de diversos ámbitos tales como literatura, ciencia, música, arte y educación, constituyen un pilar fundamental del reconocimiento al esfuerzo intelectual y creativo. Estos derechos, que cubren tanto a los creadores de software como a los involucrados en publicidad, producción cinematográfica y otras disciplinas, son considerados un derecho humano esencial según la Declaración Universal de los Derechos Humanos y son gestionados a nivel global por entidades como la UNESCO.

El mecanismo de protección de estas creaciones se establece a través de derechos morales y patrimoniales, los cuales garantizan tanto el reconocimiento del autor sobre su obra como la capacidad de obtener beneficios económicos derivados de la misma. La transferencia de una obra al dominio público se produce cuando expiran los derechos patrimoniales, evento que ocurre después de un periodo post mortem auctoris.

El Convenio de Berna, acuerdo internacional referente, fija este periodo en un mínimo de 50 años tras el fallecimiento del autor, aunque numerosas naciones han optado por extensiones significativas a este plazo.

A través del tiempo, los ajustes en las legislaciones buscan equilibrar los intereses de los creadores y los del público, asegurando que la cultura y el conocimiento sigan fluyendo libremente después de que cesen los derechos exclusivos de explotación.

La importancia de estos mecanismos legales radica en la preservación de los intereses morales y económicos de los creadores, contribuyendo a un entorno cultural rico y diverso. Además, facilitan la negociación de derechos para la adaptación y distribución de contenido creativo en múltiples plataformas, influyendo notablemente en la economía creativa global.

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