La semana pasada, una retropala sacó árboles del frente del edificio de la Unidad Penal N°3 y dañó un caño de gas provocando una pérdida.
El personal de Litoral Gas trabajó durante dos días, pero debido a que las fallas perduraron, tuvieron que quitar el medidor.
En estos momentos, la unidad se abastece por el ingreso desde Ponce de León, que se encuentra habilitado y lo utilizan para la elaboración en panadería. Allí cocinan todos los insumos.
El pasado fin de semana llevaron 20 tubos de gas de 45 kilos para solucionar los sectores de anexo y los módulos número 10 y 11.
Trascendió que una nueva instalación saldría alrededor de 17 millones de pesos.