Con poco margen de maniobra financiero producto del ajuste nacional, el gobierno de Axel Kicillof tiene decidido reducir el ritmo de los aumentos salariales de los empleados públicos, que podrían padecer uno o dos meses de incremento cero, en una estrategia de asegurar en tiempo y forma el pago del medio aguinaldo.
Hace una semana, el ministro de Economía, Pablo López, reveló que en los primeros cuatro meses del año, el tesoro provincial dejó de percibir giros nacionales por un billón (un millón de millones) de pesos. La cuenta comprende las transferencias no automáticas y la caída de la coparticipación.
Unos días después, López llamó a los dirigentes de los gremios estatales para explicarles, con lujo de detalles, lo complicadas que están las cuentas de la provincia y cómo eso puede complicar las paritarias. En abril había hecho lo mismo, pero después terminó dando un incremento del 9%, por debajo de la inflación de marzo, que fue del 11%.
La pérdida fue moderada y no generó conflictos con trabajadores que hasta ahí habían recibido aumentos salariales que le permitieron empardar la inflación.
Pero ahora el Ejecutivo hizo cuentas y concluyó que deberá operar un freno brusco en el ritmo de aumentos si quiere pagar en tiempo y forma el medio aguinaldo.
La intención del gobierno es retomar un ritmo mayor de incrementos desde julio.
Fuente: Diarios Bonaerenses