El Gobierno nacional oficializó los detalles de la quita de subsidios a las tarifas de energía que comenzará a regir en junio como parte de la transición hacia un nuevo esquema de asistencia.
Todos los usuarios, pero sobre todo los residenciales de ingresos medios y bajos, pagarán más caro por la luz y el gas que utilicen pero también tendrán nuevos topes de consumo subsidiado más bajos.
Los usuarios residenciales podrían recibir aumentos que en algunos casos superarán el 155% para la energía eléctrica según las primeras estimaciones privadas que recogió Infobae y los cálculos oficiales.
En el caso del gas las subas son más moderadas, de hasta 30% respecto a las boletas anteriores.