Solicitan informes sobre el Plan de salud mental bonaerense

El diputado bonaerense del bloque Acuerdo Cívico UCR + GEN, Julio Pasqualín, oriundo de San Nicolás, le solicitó al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Nicolás Kreplak, que brinde detalles acerca de la implementación del Plan Integral de Salud mental y los “avances alcanzados en las distintas regiones sanitarias”.

En rigor, Pasqualín presentó un proyecto de solicitud de informes con el fin de que el gobierno de Axel Kicillof provea los datos recabados por el programa a cargo de la subsecretaría de Salud Mental, Consumos problemáticos y Violencias de Género en el ámbito de la Salud.

“Estos poseen un importantísimo valor por las dimensiones de muestreo, siendo de gran utilidad para la comunidad académica a efectos de convertirse en material de estudio”, alegó el legislador bonaerense.

En ese sentido, el diputado bonaerense por la Segunda sección electoral anticipó que a partir de esos datos recabados por el Programa Integral de Salud mental, “en un futuro, la comunidad académica podría hacer aportes significativos a las problemáticas de salud mental que aquejan a la provincia de Buenos Aires“.

En ese marco, Pasqualín solicitó conocer los estudios llevados adelante por la cartera de Salud bonaerense, así como las estadísticas y programas vigentes, con el objetivo de cotejar con programas descontinuados el enfoque integral que implementa la provincia de Buenos Aires en las problemáticas de salud mental.

Según surge del Plan Integral de Salud mental (2022-2027), los niños, adolescentes y jóvenes representan el 32,2% de la población de la provincia de Buenos Aires, y el 38,8% del total de la población menor de 18 años del país.

Además, a nivel global, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) arrojó que, en 2020, vivían en el mundo más de 1200 millones de adolescentes, de entre 10 y 19 años, de los cuales 14% padecía algún trastorno de salud mental.

Es decir, 168 millones de niños y adolescentes enfrentaban condiciones como depresión, ansiedad, bipolaridad, desórdenes en la alimentación, esquizofrenia, entre otros padecimientos de salud mental.

Cabe destacar que, según UNICEF, la salud mental no se comprende adecuadamente, puesto que la misma “es un estado positivo de bienestar que permite a los niños y adolescentes construir su futuro con más seguridad y confianza, pues es un aspecto fundamental para su desarrollo integral”.

Frente a ese escenario, Pasqulian remarcó que “es sabido que las etapas tempranas del ciclo vital son constitutivas para la formación de las personas, incluidas las dimensiones de la salud mental”.

“Lo que hace que sea imperativo desarrollar acciones que, en caso de requerirse, cuente con los dispositivos y servicios respetuosos de los derechos de los niños”, añadió.