El Gobierno anticipó que del total de obras de infraestructura que estaban en ejecución tras el cambio de mandato, sólo continuará con fondos nacionales un 15% del total, mientras que habrá unos 2.000 proyectos que serán discontinuados, postergados sin fecha precisa o transferidos a las provincias.
Esto lo adelantó el secretario de Obras Públicas de la Nación Luis Giovine, que habló ante empresarios de la construcción en la convención anual que organizó la Cámara de la Construcción (Camarco) este martes.
Giovine explicó cuál es el plan de obra pública que tiene en mente el equipo económico, algo que hasta el momento no había sido explicitado por el Poder Ejecutivo. En ese sentido, el funcionario aseguró que al momento del traspaso de mando había más de 6 mil obras, de las cuales el 40% “se encontraban prácticamente terminadas y el resto en el formato de contratos en vigencia”.
“Estos contratos sumaban poquito más de 2.700 obras en ejecución, neutralizadas o paralizadas. Hay obras en las que el Gobierno nacional no debe estar, son muy pequeñas, a municipios muy pequeños con baja capacidad de administración. El Estado nacional decidió apartarse de estas obras que son de jurisdicción municipal o provincial y enfocarse en obras estratégicas”, mencionó Giovine.
En ese plano, aseguró que hubo reuniones con todos los gobernadores del país entre abril, mayo y junio para hacer una “selección de obras prioritarias”. Con ese trabajo, el Palacio de Hacienda que conduce Caputo eligió qué obras dejará de lado en favor de las gobernaciones, cuáles quedarán postergadas por el momento sin fecha precisa y cuáles serán discontinuadas.
Según comentó el secretario de Obras Públicas, serán 376 las obras ya en ejecución, que quedaron paralizadas pero que tendrán reinicio “inmediato”. De las 2.731 obras identificadas por la Nación, unas 924 serán discontinuadas. Son obras que se realizaban en el marco del programa Argentina Hace y están explicadas por pequeñas construcciones, reparaciones o ampliaciones. Dejarán de hacerse ya que tampoco serán traspasadas a las provincias. Otras 170 que no están en ese programa también fueron consideradas de “baja prioridad” y serán suspendidas.
De las 1.637 que restan, entonces, 914 pasarán a quedar bajo la órbita presupuestaria de las provincias en convenios marco como los que la Casa Rosada ya firmó con una docena de gobernadores. Otras 347 serán “reprogramadas”, sin fecha estipulada. Quedan, por tanto, 376 obras de infraestructura que quedarán en manos de Nación. Puesto en otros números: apenas un 15% del total continuarán bajo presupuesto nacional, un 13% serán suspendidos y un 73% (poco más de 2.000) no continúan, ya sea por ser canceladas o enviadas a jurisdicción provincial.
Fuente: Infobae