"Vemos que en los últimos cinco años se incrementó el uso de cocaína fumada, al ritmo de la demanda de problemáticas complejas de consumo en el territorio vinculadas a la crisis alimentaria y social", alertó Ignacio Canabal, coordinador del dispositivo territorial comunitario del Centro de Atención Inmediata (CAI), que abrió sus puertas en la zona sudoeste de Rosario para brindar herramientas a quienes padecen un consumo problemático de drogas.
"Intentamos mejorar la calidad de vida de esas personas para que no tengan que volver a consumir", destacó como una de las metas trazadas por este programa que se llevará adelante para ofrecerles otro futuro a jóvenes de barrios marginales.
Este dispositivo territorial depende de la Agencia de Prevención del Consumo de Drogas y Tratamiento Integral de las Adicciones (Aprecod), dependiente del Ministerio de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe, en articulación con la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) y la Municipalidad de Rosario para brindar información, orientación y acompañamiento para la persona con consumos problemáticos, un familiar o alguien de su entorno.
"La apertura del CAI es la afirmación de la cogestión entre el municipio, la provincia y Nación. Ahora lo que hay que reforzar es todo un trabajo mancomunado, y con mayor cantidad de trabajadores, para sostener situaciones dentro del abordaje territorial, puesto que las situaciones de consumo, puntualmente acá en la zona oeste, aumentaron de manera considerable", apuntó el coordinador del DTC, ubicado en bulevar Seguí 5440, donde funciona el CAI.
Canabal explicó que la síntesis del CAI es facilitar el ingreso de usuarios a estas instituciones, ahorrar ese lapso de espera para entrar a las instituciones y, de esa forma, hacer un abordaje inmediato de la problemática de consumo y evitar otro canal burocrático administrativo que demanda más tiempo.
La decisión de poner en marcha un CAI en este lugar apunta a la coordinación del trabajo territorial entre los distintos niveles del Estado y las instituciones de la sociedad civil, para la prevención y el acompañamiento de los consumos problemáticos y adicciones.
"Vemos que en los últimos cinco años aumentó mucho el uso de cocaína fumada, y entre dos y tres veces las demandas de situaciones vinculadas a problemáticas complejas de consumo en el territorio", reveló Canabal, de vasta experiencia en este tipo de dispositivos territoriales vinculados al consumo problemático de sustancias.
En ese contexto, precisó: "Hay una gran población de adolescentes, entre 14 y 19 años, que antes no teníamos, y también observamos presencia de viejos usuarios de cocaína inhalada, es decir, mayores de 30 años que comenzaron a fumar cocaína producto de un efecto de vulneración muy grande en relación al cuerpo y a la interacción con otras personas, puesto que los efectos de este modo de consumir son mucho más complejos para la subjetividad y el cuerpo de las personas".
Al tratarse de un dispositivo territorial, Canabal mencionó que "otra de las cuestiones marcadas durante estos tiempos, que no se notaba demasiado en otras épocas, es la gran demanda alimentaria que requiere sostener los abordajes de consumo problemático, dado que antes los tratamientos estaban más vinculados a las subjetividades de las personas".
Sostuvo, además, que "ahora es necesario un anclaje vinculado al acceso a alimentación, planes sociales y salud integral, ya que para tratar una problemática de consumo, lo esencial para el ser humano es mínimamente tener las necesidades básicas cubiertas, tales como un plato de comida".