El Ministerio Público de Acusación (MPA) de Santa Fe difundió un video de los principales sospechosos del crimen del colectivero Marcos Daloia para que si alguna persona tiene información sobre ellos, colabore con la causa.
Y se ofrece una recompensa de 10 millones de pesos por datos precisos sobre el paradero de José Marturano, uno de los principales sospechosos por el homicidio, o la identidad del otro asesino.
En el marco de este hecho, y a meses del crimen del playero Bruno Bussanich en Rosario, se entregó una mujer sobre la que recaía un pedido de captura por estar vinculada al homicidio.
Se trata de Joana García, de 37 años, quien dijo ser también la ex novia de uno de los asesinos del colectivero de la Línea K que fue baleado días antes.
García se presentó el viernes en horas del mediodía en la comisaría N°14, ubicada en la calle Marcos Paz al 6650.
La mujer alegó que se entregó luego de que sus familiares le informaran que su nombre había sido difundido por los medios de comunicación locales por estar involucrada en la investigación del crimen de Bussanich, cometido el pasado 10 de marzo en medio de una escalada de violencia en la ciudad santafesina.
Una vez en la comisaría, García alegó ser la ex novia de José Marturano, uno de los principales sospechosos por el crimen de Marcos Daloia (39), el colectivero de la Línea K que fue baleado días antes del asesinato a sangre fría de Bussanich y que murió ese mismo 10 de marzo en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA).
Gracias a las cámaras de seguridad, Marturano fue identificado como el conductor de la motocicleta en la que se trasladaban con su cómplice, quien aún no pudo ser individualizado por la Justicia. Ambos se encuentran prófugos.
“Tenemos dos personas con orden de captura. Una es José Maturano y la otra es su pareja Joana García. El video que se difundió está relacionado con el homicidio del colectivero Daloia. Ahí se ve la moto que conduce Maturano y quien va como acompañante con una remera blanca es quien no está identificado”, precisó uno de los fiscales que llevan adelante el caso por los crímenes cometidos por narcoterroristas, Patricio Saldutti.
Bussanich y Daloia son dos de las víctimas fatales que dejó una de las semanas más sangrientas del año en Rosario. A principios de marzo, el crimen organizado intentó infundir terror en las calles de la ciudad al asesinar a personas que trabajaban día a día en la vía pública.
Como una respuesta a las duras medidas que implementó el gobernador Maximiliano Pullaro en las cárceles, dejaban notas amenazantes advirtiendo que los crímenes continuarían si el gobierno provincial no daba marcha atrás con sus restricciones en los penales.
El crimen del playero ocurrió la noche del 10 de marzo en la estación de servicio Puma Cita, ubicada en las calles Mendoza y Rojas.
De acuerdo con la información a la que accedió Infobae en esa oportunidad, la Policía tomó conocimiento de la presencia de un hombre fallecido en el lugar producto de haber recibido disparos de arma de fuego en el cráneo.
Según pudieron reconstruir, los autores se movilizaban en un Fiat Duna. En el lugar, se encontró también una nueva nota con amenazas a Pullaro y su ministro de Seguridad.
“Esta guerra no es por el territorio, es contra Pullaro y Cococcioni”, comienza diciendo el mensaje del crimen organizado y continúa: “Así como nosotros llegamos a 300 muertos, estando unidos vamos a matar a más inocentes por año”.
El asesino de Bussanich fue detenido a fines de marzo: se trata de un menor de 15 años de edad.
En este contexto, el Gobierno nacional dispuso ampliar la presencia de las fuerzas federales en Santa Fe para poder combatir al crimen organizado. Desde entonces, la cifra de crímenes violentos se redujo considerablemente.
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