Según confirmaron fuentes policiales a diario EL INFORMANTE, un efectivo de la Unidad Penal 3 sufrió una crisis por una situación personal que atraviesa y habría manifestado intensiones de suicidio. Por este motivo, los oficiales decidieron confiscarle el arma de fuego que portaba.
Una compañera embarazada estuvo en el momento de la crisis y ocurrió una acción, hasta ahora confusa, que derivó con el traslado de la oficial al hospital San Felipe para un control.
Fuente oficiales informaron que el efectivo no se atrincheró. Fue trasladado a la Comisaría Segunda y quedó a disposición del fiscal.