En el día de San Juan María Vianney, más conocido como el Cura de Ars, el Obispo Diocesano, Monseñor Héctor Cardelli dio a conocer el mensaje a sus sacerdotes. En el Año Sacerdotal la figura de Vianney es modelo a seguir.
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A los Sacerdotes de la Diócesis
Queridos Sacerdotes, como un modo de llegar a todos en este día tan de nosotros, quiero saludarlos y expresarles mi gratitud y mi alegría por el don del Sacerdocio, que tenemos la gracia de vivir en comunión.
Toda la Iglesia, y, en especial, la diocesana, merece renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza de este don de Dios a su pueblo.
Creo que nuestra misión de padres y pastores se ve ratificada con nuestra presencia y acompañamiento en las variadas situaciones que vive nuestro pueblo cuando experimentan el estar y la acogida en sus necesidades.
Para nosotros es esta actitud una fuente de alimentación interior que va moldeando nuestro corazón de padres y hermanos, dándonos a gustar el sereno gozo de la caridad pastoral.
Así nuestro tiempo es tiempo para Dios y los hermanos, quienes son los receptores de nuestro testimonio evangélico que habla de nuestro ser evangelizado y evangelizador.
La figura de San Juan María Vianney se vuelve significativa en este año Sacerdotal, porque nos invita al reconocimiento gozoso de la grandeza de este don divino, plasmado en la figura del pastor generoso y lleno de amor a Dios y a las almas.
El ejemplo del Cura de Ars nos ayude a dejarnos conquistar por Él y ser también nosotros en el mundo de hoy, mensajeros de esperanza, reconciliación y paz.
Con el corazón dispuesto a asemejarse al de Jesús, Buen Pastor, me uno a todos ustedes.
Mons. Héctor Cardelli
Obispo de San Nicolás