El Obispo Diocesano de San Nicolas, Moseñor Héctor Sabatino Cardelli, en la homilia de la misa central del 26º Aniversario de la Virgen del Rosario de San Nicolás hizo un fuerte llamado a combatir la corrupción “que nos avanza impune y como si fuera un maremoto nos inunda”. Cardelli dijo “Esta es la mayor pobreza de nuestro tiempo, pues no reconoce la presencia del misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre”.
Monseñor Cardelli comenzó su alocución dando cuenta de la raíz que tienen las manifestaciones como la de María del Rosario, que en el último siglo repite como signo “que nos planteemos la figura de Jesús, su mensaje, su obra, ¿Quién es Él?”. Y afirmó que “hoy debemos renovar nuestra adhesión a Jesús y volver a retomar la fuerza de su levadura, de su sal y de su luz, para que el mundo retome el cauce que la lleva a la Vida Eterna”.
“Decimos levadura, pues deben ser revitalizadas las células base de nuestra sociedad con el fermento cristiano” dijo Cardelli. Y en otro párrafo agregó: “Decimos sal, para preservar la corrupción que nos avanza impune y como si fuere un maremoto nos inunda con su avasallante permisividad en los ámbitos de los adultos, mayores, niños y niñas que son víctimas de la prostitución, pornografía y violencia o del trabajo infantil, de las mujeres maltratadas, víctimas de la exclusión y del tráfico para la explotación sexual, exclusión por el analfabetismo tecnológico, las personas que viven en la calle y los campesinos que se quedan sin la tierra. Esta es la mayor pobreza de nuestro tiempo, pues no reconoce la presencia del misterio de Dios y de su amor en la vida del hombre”.
En su homilía el Obispo de San Nicolás completó: “Decimos luz , para oír la voz del Señor que nos llama a ser discípulos y misioneros y nos interpele a orientar toda la vida, desde la realidad transformadora del Reino de Dios que hace de nuestra comunidad fraternidades, de nuestra filantropía, amor de caridad; de nuestro servicio, ofrenda de amor; de nuestra sociedad, comunidades solidarias”.
Culminó la homilía con una exhortación a los presentes en el Campito: “¡Queridos peregrinos, llevemos de aquí el eco vibrante de este día de gozo y gratitud, Ella se va con ustedes, porque quiere llegar a todos los rincones desde donde vinieron; así, como visitó a Santa Isabel, hoy quiere partir sin demora a visitar a los que sin poder venir hasta aquí, la encuentran en la alegría y el testimonio de ustedes!”.