La contaminación sonora crece a la par de la ciudad

Nuestra ciudad sigue creciendo, la industria florece y cada vez hay más negocios, la construcción hace tiempo que está en un buen momento, la gente tiene más plata y puede comprarse un auto nuevo, una moto para el “nene” o salir a divertirse los fines de semana. Todo esto también tiene su lado negativo: la contaminación sonora.
San Nicolás está cada vez más ruidosa y eso genera molestias en muchos, y trastornos que poco a poco vamos percibiendo en nuestro cuerpo, hay efectos negativos sobre la salud en general.
La municipalidad, a través de la Dirección de Tránsito y Transporte (a cargo de Waldimiro García) y de la Dirección de Contralor e Inspección Ciudadana (a cargo de Matías Domínguez) es la encargada de controlar y sancionar a aquellos vehículos, industrias y comercios que produzcan ruidos en un nivel superior al permitido de acuerdo a lo establecido en la ordenanza municipal N° 3606.
Según destacaron ambos directores, las dos dependencias municipales trabajan en forma conjunta y cuentan con el apoyo de la Policía. A su vez, los inspectores de ambas direcciones comparten el uso del único decibelímetro que posee el municipio.
Si bien se están realizando controles en forma sorpresiva al respecto, no se notan cambios considerables desde abril de 2006 fecha en que EL INFORMANTE realizó una investigación sobre este tema. En la oportunidad se comprobó con un decibelímetro de una empresa privada que los ruidos de distintas actividades y en distintos puntos de la ciudad llegaban a ser molestos, ya que superaban los decibeles establecidos en la ordenanza municipal de acuerdo a las normas IRAM.

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