En las últimas semanas hemos oído varios casos de picaduras de alacranes a niños y adultos, no es algo nuevo la presencia de alacranes, hace más de un siglo que conviven con nosotros.
El calor, la humedad, los movimientos de tierra con las construcciones, son algunas de las causas por las cuales vemos más en los hogares.
Estos arácnidos ponzoñosos suelen verse más de noche y en los meses entre diciembre y marzo, atraídos por el calor y las cucarachas, que son su principal alimento.
En los últimos 10 años se notificaron 50 muertes por esta causa en el país, y entre 7000 y 8000 picaduras por años, que sólo el 10 % requiere antídoto, siendo los niños y los adultos mayores la población más vulnerable.
Es muy difícil erradicarlos, se esconden en sótanos, túneles, depósitos y cámaras subterráneas, cloacas y pueden dejar de respirar y pasar horas así, incluso debajo del agua, por lo que fumigar no es la solución. Mantener a las cucarachas alejadas e impedir que ingresen al hogar colocando mosquiteros en las rejillas y tapando todas las grietas de la pared, manteniendo el hogar limpios de escombros y basura, evitar las hendiduras de puertas y ventanas.
En el hogar debemos revisar placares, sacudir sábanas antes de acostarse y la ropa y zapatillas antes de usarlas. Evitar que los niños caminen descalzos y guardar sus juguetes en tarros sobreelevados y mantenerlos ordenados.
Ante la picadura de un alacrán, debemos colocar hielo sobre la zona afectada, ir al centro de salud más cercano, en lo posible llevar el arácnido vivo o muerto.
Los síntomas locales incluyen dolor y sensación de quemazón, que si se vuelven sistémicos hay salivación, vómitos, dolor de cabeza, delirio, taquicardia, visión borrosa, que indican que hay toxinas en sangre y se debe actuar de inmediato. El tiempo para aplicar el suero antídoto en caso de ser necesario es de 2 horas y es clave para salvar vidas.
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