La especie Scelidotherium es un género extinto de perezosos gigantes del Pleistoceno Inferior que habrían habitado nuestro territorio en un período de unos 3,5 millones de años atrás hasta su extinción, 10 mil años atrás.
Incluso, los primeros ejemplares y descripciones de los mismos en Argentina, fueron realizadas por Charles Darwin a finales del siglo XVIII en la zona de Bahía Blanca en su viaje del Beagle. Basados en cráneos, vértebras y costillas, Richard Owen lo dedujo como un animal pesado de marcha lenta que poseía una cabeza relativamente pequeña y enormes garras. Este megaterio fue un enorme perezoso terrestre que habitó América del Sur hasta hace unos 10 mil años, cuando se extinguió principalmente por la acción de los cazadores humanos.
Los primeros restos que fueron encontrados este miércoles, el cráneo, por el vecino Mariano Damuchi dando parte a las autoridades, llegándose rápidamente al lugar Mariángeles Juncos, responsable municipal de gestión ambiental, el Director de Turismo Carlos Montini y Renata Rivas, estudiante de paleontología y empleada Municipal que fue quien dio las primeras apreciaciones del hallazgo ocurrido en las obras de excavación en lo que es el nuevo barrio “Terrazas del Paraná”.
Las obras fueron detenidas y se dio el aviso correspondiente al Museo Provincial de Ciencias Naturales “Dr. Ángel Gallardo”, quienes consultaron a expertos del Conicet. Los profesionales del museo provincial se presentarán en la ciudad apenas lo permitan las condiciones climáticas -las lluvias de ayer interrumpieron las tareas- con el fin de evaluar una posible extracción de las piezas restantes de este mamífero terrestre.
Un gigante
El Director Municipal de Turismo, Carlos Montini, indicó que “se trataría de una especie que mide entre 60 cm de alto y 25 de ancho. Lo que se encontró parece la mandíbula de este animal”.
Oscar Bardey, Director Municipal de Ambiente, también estuvo presente en el lugar y destacó el valor emocional de este hallazgo: “Fue un momento muy emotivo de esas cosas que pensás que no te van a pasar y tuve la suerte de vivirla”.
“Cuando nos notificaron -agregó- enseguida salimos con los chicos de inspección y la ingeniera ambiental para constatar que era un fósil, que mantenía en la cavidad dentaria dos dientes, un molar plano y como un incisivo con dos puntas. Se tomaron las fotografías y demás peritajes de rigor, y enviamos todo el material al museo provincial cuyo coordinador de paleontología es Germán Giordano”.
“Estimamos que una vez analizados los restos hallados, quedan en la ciudad para ser parte de nuestro museo como reserva paleontológica de nuestro patrimonio”, indicó Montini.
Gentileza: Diario El Sur
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