La cifra de muertes vinculadas al uso de fentanilo contaminado en diversos centros de salud de Argentina ha experimentado un preocupante ascenso. Representa un incremento de cuatro decesos desde el último Boletín Epidemiológico Nacional difundido a principios de semana.
Además, se registran un total de 90 casos confirmados de personas afectadas por la administración de este potente opiáceo, que se distribuyó en ampollas presuntamente alteradas durante su proceso de elaboración, desatando una grave alerta sanitaria en el país.
La investigación en curso, de gran complejidad y relevancia, se ha concentrado en dos lotes específicos de fentanilo que fueron inmediatamente puestos bajo alerta sanitaria y retirados de circulación tras las primeras advertencias.
La sustancia problemática fue aplicada principalmente en áreas de terapia intensiva de un total de 19 centros médicos. Estos establecimientos se encuentran distribuidos geográficamente en la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Neuquén y Santa Fe, abarcando así una porción significativa del territorio nacional y afectando a un amplio espectro de pacientes vulnerables.
Los pacientes que resultaron afectados habían sido previamente internados por diversas razones clínicas y recibieron fentanilo como parte de un tratamiento paliativo del dolor. Sin embargo, poco después de la administración, desarrollaron cuadros infecciosos graves, lo que encendió las alarmas de los profesionales de la salud. La principal sospecha de los investigadores apunta a que las ampollas del medicamento estaban contaminadas con bacterias altamente resistentes a los antibióticos, como Klebsiella pneumoniae y Ralstonia mannitolilytica. Esta detección fue realizada por el Hospital Italiano de La Plata, una de las primeras instituciones en denunciar el brote y que ahora actúa como querellante junto a varias familias de las víctimas.
El avance de la causa judicial, que está bajo la supervisión del juez federal Ernesto Kreplak en el Juzgado N° 3 de La Plata, tiene como objetivo principal establecer las responsabilidades penales en el proceso de fabricación del medicamento. Las miradas están puestas de manera particular sobre las firmas Pharma Group S.A. y Ramallo S.A., así como sobre las droguerías vinculadas a ambas empresas.
Cabe destacar que los lotes de fentanilo investigados ya habían sido objeto de advertencias previas por parte de la ANMAT, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica, que había detectado incumplimientos en las buenas prácticas de manufactura de estas compañías.
Fuente: Radio Continental
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