Hace más de dos meses el río avanzó hacia la ribera de San Nicolás, inundando por completo la avenida Brigadier Juan Manuel de Rosas y avanzando considerablemente sobre el césped del Paseo Costanero.
Muchas actividades comerciales y sociales debieron suspenderse a raíz de la crecida del río que también atrajo camalotes y alimañas.
Afortunadamente el agua comenzó a bajar y al parecer nos dejará disfrutar los últimos días cálidos del verano.
Este martes el hidrómetro local marca 4,21 metros estacionario y ya se puede transitar por la costanera.
Los nicoleños aprovechan para volver a sus rutinas de ejercicio físico en este espacio público, y los socios de Regatas ya pueden ingresar al club.