En los últimos días aparecieron varios ejemplares adultos y sus crías de lobitos de río muertos en la costa del Parque Rafael de Aguiar. Las más conocidas como “nutrias de río” no tenían heridas visibles y se desconoce el motivo de la mortandad.
De acuerdo a lo aportado por algunos visitantes del Parque, que ahora se encuentra anegado y conectado sus lagunas al Yaguarón, en la orilla de las barrancas y los pocos metros de tierra que quedan, aparecieron los animales muertos.
Las nutrias se acercan a la costa acuciadas por el hambre y en búsqueda de la poca tierra que queda. Por la poca vitalidad demostrada se nota que están mal alimentadas y fatigadas por las horas de nado para poder llegar a lugar seguro.
En la zona del Parque Rafal de Aguiar compiten con el hombre, que en su curiosidad e ignorancia la corre o la mata. Los isleños utilizan su carne y su cuero, lo que en algún momento puso en peligro de extinción a la especie. Además los perros por instinto también les dan muerte.
Recordaba el guardaparque Alejandro Martínez Ponte que este tipo de avistamiento en la zona es habitual, ahora más evidente con la creciente que reduce su estancia a unos pocos metros cuadrados de tierra.
Sostenía el naturista que es necesario respetar sus espacios, y disfrutar de su presencia, sin ahuyentarlas y menos cazarla que se encuentra vedado por Ley. Martínez Ponte llamó la atención a quienes les lanzan cascotes o las corren a palazos abusando de la curiosidad y sociabilidad que tiene el lobito de río.
Pero también otras fuentes indicaron que la fatiga y las malas condiciones del tipo pudieron haber afectado a los animales. En algunos casos los cuerpos estaban aplastados por las vacas que hay en el lugar. Se estimaban que las nutrias estaban débiles y faltas de reflejos para evitar las pezuñas de la hacienda que pasta en la zona.
De cualquier manera no se pudo precisar el motivo del deceso de un número significativo de roedores entre la zona del Automóvil Club San Nicolás y la zona de la Escuela de Parapente.