Nuestro paladar confronta con la realidad del sector agropecuario. Una serie de cuestiones estacionales y de políticas para el mercado dispararon el precio de la carne. Los cambios de hábitos forzados por el bolsillo podrían durar un poco más que la época de lluvias.
Ante la pregunta ¿El aumento de la carne cambió sus hábitos de consumo?, en la encuesta de EL INFORMANTE, la mayoría contentó que Sí. Busco otras alternativas, el 78 por ciento. Un 15 por ciento contestó que No. Sólo un 2 por ciento se inclinó por el mandato presidencial y eligió comer carne de cerdo. El 5 por ciento restante se hizo vegetariano.
Próximamente además dejaremos el pan diario y las facturas para el mate.