La ruta a La Emilia estuvo interrumpida gran parte del día porque el agua cubrió peligrosamente la senda. En horas de la tarde con ayuda de un martillo neumático se abrió un surco y entrada la noche se dejó fluir el agua. Se esperaba con esto aliviar la situación del Virgen del Rosario Y Mosconi, que quedaron bajo una gran masa hídrica que provenía de los campos.
En la mañana del lunes se cortó la circulación de vehículos medianos y chicos, y se permitió el paso de colectivos y camiones de servicios que prestaron ayuda a los anegados.
Con el paso de las horas y el aumento de la cantidad de agua pasante, los vecinos de los barrios aledaños al camino de La Emilia volvieron a impedir el paso de todo tipo de vehículos para evitar que las olas que producían hicieran ingreso a las viviendas.
A media tarde se tomo la decisión de abrir una senda sobre la cinta asfáltica para drenar más rápidamente.
La maniobra demandó varias horas de trabajo, y se culminó entrada la noche.
Se colocaron unas chapas sobre la zanja provisoria para asegurar el aspo de vehículos que e hacía de manera restringida.
Las pérdidas materiales son cuantiosas por el anegamiento.