La educación del futuro se impone con premura. Lo que veíamos como futuro lejano se aceleró fruto de la crisis mundial y de las exigencias tecnológicas impuestas por la pandemia.
Los docentes atravesaron con valentía el 2020 siendo seguramente el año más incierto de su vida laboral y tomaron iniciativas impensadas de adaptación y aprendizaje. Pero el desafío no terminó, la bimodalidad, el aula invertida, los recursos didácticos de la virtualidad y la vuelta a las aulas siguen en agenda y movilizan a los profesionales de la educación para ajustar la calidad de sus propuestas.
Ya no es posible enseñar como aprendí, ya no alcanzan los recursos tradicionales de la tiza y el pizarrón, las clases ya no se conciben como extensas exposiciones de los docentes y las evaluaciones no consisten en sacar una hoja y desarrollar un tema. La educación hoy es interpelada y la propuesta escolar demanda de los docentes convicción, compromiso social, formación pedagógica e innovación.
Muchos graduados universitarios encuentran en la docencia una nueva vocación, que les permite otro modo de ejercer su compromiso social, mediando entre los estudiantes y el saber experto que poseen y que pueden ofrecer para el desarrollo de competencias generales y específicas según el área de conocimiento en que se desempeñan.
El valor de sus saberes es incuestionable, aportan a las aulas actualización, casuística real, competencias laborales y liderazgo profesional que puede movilizar a nuestros adolescentes y jóvenes a seguir estudiando.
Los profesorados universitarios para graduados están colmados de profesionales que buscan fusionar la formación académica con la pedagógica para responder con idoneidad a estos desafíos.
La UAI como universidad pedagógica reconoce la formación docente como una prioridad y su profesorado universitario posee una larga trayectoria. Si pensamos en el futuro de nuestra sociedad, esta apuesta resulta ineludible, ya que se necesitan docentes reflexivos de su propia practica, familiarizados con entornos colaborativos de trabajo, creativos en sus propuestas, promotores de innovación en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Docentes que cedan la centralidad del aula a los estudiantes y sus aprendizajes, pero sobre todo que se comprometan en instancias de formación permanente para que todo esto sea posible.
Patricia Dimángano
Directora de Profesorado Universitario para la Educación Secundaria y Superior
Universidad Abierta Interamericana
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