A través del Ente nacional de Comunicaciones (Enacom), el Gobierno resolvió nuevos avances de cara a la normativa necesaria para la implementación de la tecnología 5G en el país, con la aprobación del reglamento general del servicio y la asignación de las bandas de espectro que se licitarán en el primer semestre del año.
Cabe destacar que, el directorio del Enacom aprobó esta semana el reglamento general del servicio de telecomunicaciones fiables e inteligentes, que establece las normas para los nuevos servicios que llegarán con la tecnología 5G y los próximos desarrollos, que se caracterizan por una baja latencia, es decir, una conexión que permitirá la realización de servicios en tiempo real.
De todas maneras, el reglamento aprobado no reemplaza a la normativa de servicios de comunicaciones móviles avanzadas, que tiene vigencia para la prestación de servicios con tecnologías 2G, 3G y 4G. Desde el Enacom precisaron que el nuevo estatuto “es el piso para la tecnología 5G y de las futuras innovaciones”.
Además, el Gobierno nacional aseguró que el 5G es “un servicio fijo y móvil, dadas las características y casos de uso posibles para esta tecnología, a diferencia de sus predecesoras cuya utilización se traduce en servicios móviles”.
“El gran diferencial de 5G se centra en la baja latencia, que en el Reglamento aprobado por Enacom establece que el servicio fiable e inteligente debe tener una latencia menor a 15 milisegundos en la red de acceso“, explicaron desde el Gobierno.
Asimismo, desde el Enacom subrayaron que el 5G permitirá la expansión de soluciones como la cirugía remota, ya que un médico podrá manejar a distancia un robot que en tiempo real lleve adelante una operación, o los vehículos autoconducidos, que requieren “dialogar” con otros autos, con los sensores de la ruta y las señales de tránsito.
Cabe destacar que, la baja latencia del 5G permite una respuesta prácticamente instantánea a cualquier dispositivo conectado a la red, pero además la tecnología tiene la capacidad de conectar un mínimo de un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado y se espera que potencie la comunicación entre máquinas llamada “internet de las cosas”.
Aunque aún cuesta verlo como habitual, además de los smartpphones hay una variedad de equipos de uso cotidiano que están conectados a internet. Relojes y pulseras médicas son los más reconocidos, pero también se suman las alarmas perimetrales, las cámaras de vigilancia y los GPS del auto.
También, una variedad de sensores que generan alertas, ya sea sobre la humedad de los suelos, la vibración de un puente y todo el abanico de usos de robots como las máquinas excavadoras de las industrias de petróleo, gas y minería, además de los equipos para desactivar explosivos.
En este marco, el reglamento aprobado por Enacom sobre el 5G establece como requisitos “soportar usuarios desplazándose con velocidades de hasta 500 kilómetros por hora” y tener capacidad de “interoperabilidad con otras redes fijas y móviles”.
Desde el sector privado, las empresas que prestan los servicios de comunicaciones móviles esperan que los pliegos de la licitación prioricen la inversión por sobre el pago por la licencia del uso del espectro, dado que se estima que el 5G requiere muchas más antenas para cubrir eficientemente las mismas zona que hoy tiene servicio 4G.
Por último, las empresas que no dan servicios de comunicaciones móviles, pero son prestadores de tecnologías de la información y tienen infraestructura de fibra óptica tendida, esperan poder sentarse en la mesa de 5G con las operadoras, dado que la construcción terrestre es parte fundamental para la expansión de la nueva tecnología.
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