Interes General
24/12/2023 - 08:18:22



He venido para que tengan vida: “Jesús nace por el SI de María”


Columnista | Obispo Monseñor Raúl Santiago

HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA: “Jesús nace por el SI de María”

Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan (Lc 1,26-38)

“El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. María dijo al Ángel: ¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?. El Ángel le respondió: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios. María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra. Y el Ángel se alejó.” Palabra del Señor.

El “si” de María

Este texto Evangélico tiene mucha riqueza de contenido: Dios elige para nacer a una humilde muchacha de Nazaret. El Ángel le dice a María: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”, la Virgen, desde su humildad piensa que ese saludo le queda grande, por eso no entiende. La otra sorpresa es que el Ángel le habla de “concebir un hijo” y María le responde que no ha tenido relaciones con ningún hombre, por lo tanto, cómo va a ocurrir eso. El Ángel le presenta la señal de Isabel que ha concebido en su vejez, le dice que nada es imposible para Dios y que concebirá por obra y gracia del Espíritu Santo. La Virgen dice: “que se haga en mí según tu Palabra”. De ese modo concibe a Jesús, el Hijo de Dios, Nuestro Salvador.

En cada persona hay un proyecto de Dios

En 1928, en el St. Marys de –Santa María-, Hospital de Londres, Alexander Fleming descubrió la penicilina. Este descubrimiento hizo posible la introducción de antibióticos que redujeron en gran medida el número de muertes por infección; vemos que el “si” de Fleming a su profesión fue una bendición para la humanidad toda. Jonas Edward Salk había inventado una vacuna contra los tres tipos de virus de la poliomielitis, pero tenía el inconveniente de que era intramuscular. En 1957 Sabín desarrolló una vacuna vía oral que se suministraba a los niños en un terrón de azúcar. El “sí” y la complementación de estos investigadores incluyó a todos los niños del mundo en la prevención de una enfermedad grave. Conocí a un seminarista que cuando apenas transitaba la mitad de su preparación al sacerdocio escuchó que un sacerdote le decía: “reza por los que Dios te va a confiar”. Pasado el tiempo se dio cuenta del significado de aquella profecía, porque como sacerdote hizo que mucha gente se encuentre con Dios, reconcilio a muchos esposos salvando la unidad de sus familias, acompañó a jóvenes que entraron al seminario y luego fueron sacerdotes, creó un comedor a través del cual el alimento llegaba a varias familias pobres, visitó a tantísimos enfermos aliviando su dolor. Entonces se dio cuenta de que aquel sacerdote que en el seminario le dijo: “reza por los que Dios te va a confiar”, había visto que su vida sería una bendición para muchos.

La trascendencia de nuestro “si”

Pensar que si María hubiera dicho “si” a Dios, todavía estaríamos esclavos de la muerte y del pecado, vagando por el mundo sin sentido, viviendo sin horizontes una vida limitada a este mundo. Si María hubiera dicho que no, Jesús no hubiera nacido, no hubiera muerto en la cruz, no estaríamos salvados, el cielo no estaría abierto y la muerte sería nuestro destino final. Si Alexander Fleming, Jonas Edward Salk y Sabín no hubieran dicho que “sí” a su vocación de investigadores de la salud, hoy muchos nos estaríamos muriendo de infección o de Poliomielitis. Por eso María Santísima y estos investigadores nos muestran la importancia de cada vida humana y la trascendencia de nuestro “si” a una vocación o profesión, porque en cada persona que nace hay un plan de Dios, algo sagrado que cierra en sí una bendición para toda la humanidad. Por eso damos gracias al María por comprender que su “si” llevaba acollarados muchos otros sí, que mirándola a Ella tanta gente aprendió a decirle “si” a Dios, “si” a la vida, “si” a vivir según la Palabra de Jesús, “si” al tomar conciencia que nuestro aporte, por humilde que sea, es una bendición para alguien. Gracias, Virgen Fiel, gracias Madre de la Vida por enseñarnos la trascendencia de nuestro “si”. Buen domingo.

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