Interes General
09/03/2025 - 08:06:52



Cuaresma: "Tiempo de renovación personal”


Por Obispo Monseñor Hugo Santiago

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas (Lc 4,1-13)

“Jesús, lleno del Espíritu Santo regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre. El demonio le dijo entonces: ‘Si Tu eres el Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan’. Pero Jesús le respondió: ‘Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan’.”
“Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: ‘Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si Tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá’. Pero Jesús le respondió: ‘Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él solo rendirás culto’”
“Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si Tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden". Y también: "Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios”.
“Una vez agotadas todas las formas de tentación el demonio se alejó de Él, hasta el momento oportuno”. Palabra del Señor.

Relación con Dios

Comenzamos el tiempo de cuaresma, un tiempo de renovación en las tres dimensiones de la relación humana. Por eso la Iglesia nos propone como medios, la oración el ayuno y la limosna. La oración es para renovar nuestra relación con Dios, porque es un diálogo de un hijo con su padre. Si tu hijo sólo un día no te hablara, le preguntarías: “hijo, ¿qué te pasa que no me hablas?”. Nosotros, por las preocupaciones de la vida y otras tantas razones, solemos olvidarnos que tenemos un Padre que cada día nos regala la vida y dejamos de rezar. Por eso, dedicar todos los días quince minutos para meditar la Palabra de Dios para ver qué nos dice y dialogar con él, redescubre para nosotros su presencia paterna y providente. Es la primera propuesta de cuaresma.

Relación con nosotros mismos

La segunda propuesta: el ayuno es para mejorar nuestra persona. El ayuno tiene un sentido material: quedarnos con hambre para comprender más o al menos acercarnos a la triste experiencia de las miles de personas que cotidianamente mueren de hambre en el mundo. Tiene también un sentido espiritual, privarnos de nuestras malas acciones, ayunar de lo malo que cotidianamente solemos generar mediante palabras y gestos, para darle lugar a gestos y palabras buenas como las de Jesús.

Relación con el prójimo

La tercera propuesta es la limosna, que en cierto sentido se desprende del ayuno material, porque lo que ahorramos mediante las privaciones es para darlo a los más pobres. Sin embargo, el sentido de la limosna es más amplio, significa dar nuestro tiempo, estar atentos para poner nuestros talentos al servicio de los demás, poniendo más amor en lo que hacemos a favor de los demás.

Si durante esta cuaresma ponemos en práctica el ayuno, la oración y la limosna, por la gracia de Dios mejorará nuestra relación con Jesús, creceremos en coherencia y la relación con quienes nos rodea se revestirá de servicio y de amor. Si cambiamos nosotros, cambia nuestro ambiente, ponemos nuestro grano de arena para la construcción de un mundo más humano, porque seguir a Jesús, humaniza. Que Dios te bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Buen domingo

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