Política
13/12/2009 - 18:49:36



Caso Pomar: La culpa no es del “chancho”



La tragedia familiar de los Pomar, ha puesto en clara evidencia la deficiente administración que en materia de seguridad posee la provincia de Buenos Aires y nos pone en autos de porque no puede detenerse la escalada de criminalidad y violencia imperante en nuestras calles.
Al margen de este lamentable y doloroso episodio, y contrariamente a las voces oficiales, queda demostrado que no se están haciendo bien las cosas en la lucha contra la inseguridad. Si como lo afirman funcionarios de primera línea, se trató de un accidente de tránsito, y ello les tomó veinticuatro días de disímiles hipótesis e intensas búsquedas sin resultados; que podemos esperar de estos organismos de seguridad en la persecución del delito, cuando tienen que encontrar sujetos que tratan de ocultarse o sustraerse de la justicia.
Pero más grave aún es la negación de los responsables políticos y las máximas jerarquías que lejos se encuentran de asumir las responsabilidades del caso; por el contrario, cuando aún no se establecía una conclusión definitiva del destino de los Pomar, se inició una investigación de la investigación, separándose de sus cargos a distintos funcionarios policiales corriendo el centro de la escena a los subalternos.
En un marco de insoportables niveles de inseguridad a los que estamos expuestos los bonaerenses, los responsables políticos de la seguridad –que han insistido constantemente en negar la realidad- parece que recién se dan cuenta de algunas situaciones irregulares o deficiencias, frente a un caso que tomó una extraordinaria relevancia pública y que precisamente no se trata de un hecho criminal.
O bien están buscando “chivos” expiatorios de sus responsabilidades y salvar sus “ropas” ante la sociedad para permanecer en sus puestos, como lo hace en su gran mayoría nuestra política.
Lo cierto es que en ambas hipótesis, la responsabilidad es de la cabeza, porque reflejan un fracaso de la gestión política. Como se dice: “la culpa no es del chancho…” La implementación de un programa, no sólo implica su diseño y exposición, sino que compromete a quien está a cargo, en la selección de las personas que lo ejecutarán, la provisión de medios y recursos necesarios, y el control de cumplimiento de cada una de sus metas entre otras responsabilidades.
Paradójicamente, un accidente de tránsito –como lo ha denominado el Ministro- ha puesto en evidencia que no estamos cuidados, a pesar de que todos los ciudadanos lo sabíamos desde antes.

Pablo Del Litto.

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