Poco después de las 15:00 los termómetros marcaron mas de 34º, y la térmica superó los 36, en una de las jornadas más agobiantes de lo que va del año. Estas condiciones del tiempo se mantendrían por un par de jornadas, y el desmejoramiento con lluvias llegaría el fin de semana.
Para el jueves y viernes se presentará con nubosidad variable, elevada sensación térmica, y temperaturas entre los 22 y 33 grados.
Para el sábado, el organismo adelantó nubosidad variable, probabilidad de precipitaciones, vientos leves del noreste cambiando a moderados del sur, y marcas que oscilarán entre los 23 y 27 grados.
El martes el Servicio Meteorológico Nacional, SMN, impuso el Alerta Amarilla, para advertir sobre las precauciones que se deben tener y no padecer las consecuencias del golpe de calor. El Alerta Amarilla, es decir, el segundo nivel dentro del denominado "sistema de alertas sobre olas de calor y salud" que implementó el verano pasado y que volvió a poner en marcha este año. Consiste en un monitoreo climático, que busca determinar las relaciones que se establecen entre el calor en aumento y el índice de mortalidad diaria registrada en la ciudad de Buenos Aires. Según señalaron, se puede hablar de ola de calor "cuando la temperatura se mantiene al menos por tres días consecutivos por encima de un umbral". Ese límite es de 32 grados en verano. Con esta advertencia, el riesgo de mortalidad diaria de la población en riesgo aumenta entre 10 y 30 por ciento. Deben tomar medidas preventivas especialmente los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas.