El 23 de marzo, por resolución de la Organización Mundial de la Salud es el Día de la Rehabilitación del Lisiado, resolución a la que Argentina adhirió y que tiene como objetivo que las personas discapacitadas tengan acceso a la tecnología más eficaz para lograr su diagnóstico, tratamiento, rehabilitación e integración social.
A 44 años de la adhesión de Argentina, cabe un balance objetivo de la realidad, más allá de una legislación que no se cumple y que tiene errores y virtudes, pero que básicamente no se cumple.
En primer término hay que decir que accesibilidad continua siendo unos de los grandes problemas de los discapacitados, así como también las señalizaciones y las prioridades en organismos privados u oficiales.
En el plano educativo el tema es errático, a veces se promueven escuelas especiales, otras se integra a la común, pululan asociaciones y entidades privadas que tratan de suplir las falencias del estado, pero a la hora de la formación todo se basa en la voluntad del discapacitado y su familia y la oferta educativa no incluye formar al discapacitado para un mundo laboral altamente competitivo, cuestión que castiga principalmente a los discapacitados de hogares humildes que no logran por falta de recurso una formación mínima y terminan pidiendo limosna en las esquinas al no tener la posibilidad de acceder a un trabajo digno.
En cuanto a lo previsional lo que se ve es una actitud profundamente discriminadora del estado, las pensiones nacionales, además de tener un monto exiguo, ofrecen al PROFE como obra social que deja mucho que desear; las pensiones provinciales tienen un monto aun menor y ofrecen a IOMA como obra social, que es mejor que PROFE pero tampoco esta a la altura de las circunstancias, finalmente; el salario familiar universal es el monto mayor que las pensiones pero obliga al discapacitado a renunciar a la pensión y pierde la cobertura medico asistencial, un verdadero chantaje social, con todo lo que es de valioso el salario universal con los discapacitados no se implemento correctamente. Finalmente, considero que las pensiones nacionales y provinciales deben equivaler en monto a 2 jubilaciones mínimas del ANSES, deben tener un buen programa de atención en PAMI o IOMA y no deben se incompatibles con el salario familiar universal.
En lo laboral no se cumplen los cupos en la actividad publica, ni que hablar de los cupos en bancos oficiales, fuerzas de seguridad etc., sólo los municipios y algún organismo provincial toman algunos discapacitados para quedar bien pero no llegan al los cupos; en el ámbito privado el tema es mas difícil, las patronales no están obligadas, y la pobre formación que se brinda a los discapacitados anula sus posibilidades laborales amen de la discriminación.
En cuanto otros beneficios, como las comunicaciones y la TV por cable, internet no hay ningún beneficio para el discapacitado, en el turismo o el deporte, si bien hay ofertas no hay demasiada difusión del tema, y en cuanto al transporte de pasajeros no se respetan las normativas vigentes, continúan los cupo irrisorios en el transporte de larga distancia, en fin hay mucho por hacer.
Finalmente en la integración social son pocos los que logran integrarse, formar familia y vivir como cualquier hijo de vecina, es duro pero es así, la mayoría termina en la indigencia y el abandono.
Tal vez tuve la suerte de presidir 3 años la ex Comisión Municipal del Discapacitado, ad honorem, tuve errores y defectos como todos, muchas criticas, pero me tocó ver la intolerancia, la discriminación, la hipocresía, el desprecio, la indolencia, la falta de sensibilidad con que se tomaba el tema desde los ámbitos de poder donde se toman las decisiones políticas que deberían beneficiar al conjunto y a los discapacitados en genera, nos falta mucho como sociedad, y lo hice y seguiré haciendo lo que pueda por la integración social, aunque sólo sea decir estas cosas cada tanto.
Roberto Gómez
DNI Nº 11.678.706