El nieto restituido Manuel Gonçalves, sobreviviente y querellante en el juicio oral y público por la Masacre de Juan B. Justo, Nicolás por el asesinato de su madre y cuatro personas más, afirmó que llegar a esta instancia después de 35 años "es ver llegar la justicia que tanto tardó".
"Este juicio llega con una carga muy grande porque yo sobreviví y a esa masacre y por fin me encontraré con quienes asesinaron a mi madre y a todos los que vivían en la casa", relató el 57º nieto recuperado por Abuelas de Plaza de Mayo en declaraciones a Télam.
Manuel nació el 27 de junio de 1976 en algún lugar elegido por su madre para escapar del terrorismo de Estado, y a los cinco meses fue el único sobreviviente del ataque a la casa donde vivían junto a cuatro personas más y que se conoce como la "Masacre de la calle Juan B. Justo", ocurrida el 29 de noviembre de 1976 en San Nicolás.
El último gesto maternal de su madre Ana María del Carmen Granada fue el de envolverlo en un colchón y esconderlo en un placard hasta que fue encontrado y entregado en adopción.
Hoy 35 años después, el joven que conoció su verdadera identidad en 1995, puede empezar a ver un final con justicia para su trágica historia.
Manuel estaba en el vientre de Ana María cuando su padre Gastón - militante de la juventud peronista-, fue secuestrado el mismo día del golpe militar -24 de marzo de 1976-, y visto por última vez con vida cinco días después, en un camión celular estacionado detrás de la comisaría de Escobar, donde prestaba servicios el ex subcomisario Luis Abelardo Patti.
Una semana después apareció en un paraje de la ciudad de Escobar, fusilado y carbonizado, y por su asesinato, el 14 de abril de 2011 la justicia condenó a Patti a la pena de prisión perpetua.
"Siempre me pregunté para qué y por qué sobreviví, y esta instancia es una de las pocas cosas que me hacen encontrar una respuesta: para esto, para que se termine con la impunidad y los responsables paguen", subrayó Gonçálves.
A pesar de constituirse por segunda vez como querellante, este juicio tiene para Manuel una carga simbólica agregada.
"Ellos (los asesinos) nunca se imaginaron que el bebé que sacaron de allí iba a querellarlos 35 años después", relató.
Durante su incansable raid judicial, Manuel Gonçálves estuvo acompañado por militantes de sus padres, amigos, familiares, agrupaciones de derechos humanos y el también estarán presentes en una caravana que arrancará a las 8.30 desde la entrada a la ciudad Rosario y se dirigirá hasta los tribunales federales ubicados en la calle Boulevard Oroño 940.