El Ministerio de Salud recomendó, en el contexto del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este jueves 14 de noviembre, adoptar hábitos saludables de vida para prevenir la enfermedad y sus complicaciones, así como también la realización de controles periódicos.
Así lo indicó Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades Crónicas No Transmisibles de la cartera sanitaria nacional, quien señaló que “la diabetes constituye una preocupación por el avance que presenta a nivel mundial, y de la que en Argentina no estamos exentos”.
Aproximadamente tres millones de personas la padecen y muchas veces los síntomas se manifiestan cuando la enfermedad está avanzada, razón por la cual el especialista recomendó a la población “la adopción de hábitos saludables para prevenir su aparición y la realización de controles periódicos de los niveles de glucosa para detectarla a tiempo”.
La diabetes se caracteriza por presentar niveles aumentados de azúcar en sangre (glucemia), y junto con las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la enfermedad renal, forma parte de las denominadas las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT).
Existen dos tipos de diabetes: en la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina, por lo tanto el organismo no pasa los azúcares a los tejidos. Este fenómeno comienza generalmente antes de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan de alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina.
La diabetes tipo 2, en tanto, es la forma más común de la enfermedad. Suele comenzar después de los 40 años, aunque se observa en forma cada vez más frecuente en jóvenes y adolescentes. Si bien existe producción de insulina la misma actúa de forma inadecuada.
La glucosa es un azúcar que proviene de los alimentos que consumimos, por eso se recomienda una alimentación balanceada que contemple el consumo diario de frutas y hortalizas, la incorporación a la dieta de hasta cinco porciones semanales de carnes entre rojas y blancas (como pueden ser el pollo y el pescado) y evitar la ingesta de azúcares, grasas y los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.).
En cuanto a la actividad física, se debe comenzar con 30 minutos diarios de actividad leve, como por ejemplo una caminata, utilizar las escaleras en lugar del ascensor, desplazarse a pie hasta el trabajo o ir en bicicleta. Progresivamente se pueden ir sumando minutos y actividades que requieran un esfuerzo mayor. Las personas con diabetes son susceptibles a lesionarse, por lo que es muy importante el uso de un calzado adecuado para realizar actividad física.
Los grupos de personas más propensas a contraer diabetes son las mujeres que sufrieron diabetes gestacional, aquellas cuyos hijos nacen con un peso mayor a 4,5 kg, los que tienen familiares diabéticos, las personas con sobrepeso u obesidad y aquellos que presentan enfermedad cardiovascular o hipertensión arterial. “El aumento del azúcar en sangre por encima de valores normales y sin tratamiento puede dar lugar a complicaciones en diferentes órganos, como los ojos, riñones, corazón, arterias y pies, entre otras. Ante la presencia de factores de riesgo, se recomienda realizar un control del nivel de la glucosa en sangre y repetirlo cada tres años”, señaló Laspiur.
Según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2009, el 9,6% de la población padece diabetes y, dado que por varios años permanece sin síntomas –tales como infecciones en la piel, aumento de la sed, pérdida de peso, aumento del apetito, aumento de la producción de orina y/o sequedad en la boca-, aproximadamente la mitad desconoce su condición.