Estas quemaduras se producen cuando los rayos ultravioletas penetran en la piel y causan la muerte del tejido de la epidermis y pueden ir desde ligeras irritaciones hasta el extremo de afectar los vasos sanguíneos que alimentan las células de la piel.
Una de las primeras manifestaciones es la rojez o quemadura ligera. Produce sensación de calor o quemazón. Para aliviarlo poner compresas frías o de una mezcla de leche y agua. Añadir cubitos de hielo o aplicar un humectante frío alivia la resequedad.
Quemaduras moderadas: Rojo, áreas blandas, marcas de la ropa visible, picazón. Aliviar el dolor con aspirinas y póngase compresas húmedas dos veces al día y crema humectante.
Si sus quemaduras no son graves: Rojo, inflamado con ampollas, náusea, fiebre y escalofrío. Póngase compresas húmedas y vea a un médico.
Siempre que se tenga mucho tiempo de exposición al sol, con o sin protector, se debe humectar la piel.
Esto evita que se siga resecando la piel. Si está bien frío es mucho más efectivo.
No utilizar hielo, es contraproducente.
Tome grandes cantidades de agua.
Esparza maicena sobre las sábanas para minimizar el roce de éstas.
Las compresas pueden hacerse con pañuelos, tela de fundas o cualquier tela bien suave.
Humedézcalas y colóquelas sobre el área afectada.
Dirija un ventilador hacia esa área.
Un punto importante es evitar usar jabón en las áreas quemadas, así como mantequilla y otras substancias grasas como ungüentos, pues puede resultar doloroso el proceso de remoción de los mismos.
Si la piel presenta ampollas, no usar productos a base de aceite. Pueden bloquear los poros, no permitir la salida del calor y el sudor y ocasionar una infección. Consulte al médico.
Es muy importante dejar descansar la piel varios días antes de exponerse de nuevo al sol, hasta que se cure la quemadura aguda.
Para evitar estos avatares es mejor
Usar un protector solar de amplio espectro con factor de protección solar (FPS) de 30 o más, que protege tanto de los rayos UVA como de los rayos UVB. Aplicar 30 minutos antes de exponerse al sol, sobre la piel seca y en cantidades generosas (como mínimo, para el rostro y cada uno de los brazos debería ser del tamaño de una nuez). Asegurarse de cubrirla por completo: no olvidar los labios ni los empeines. Repetir la maniobra cada dos horas, o cada cuanto ponga en la etiqueta, aunque esté nublado.
Evitar la exposición solar en las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 16:00.
Utilizar gorras o sombreros, pañuelos, gafas de sol con protección contra la luz ultravioleta y camisetas para protegerse.