En la naturaleza existen plantas capaces de ayudarnos a controlar la ansiedad, la tensión nerviosa, ayudarnos a vencer el insomnio y relajarnos para mejorar nuestra vida. Se trata de aliados para el descanso que vienen en saquitos y hebras.
La más común de las hierbas sedativas es el tilo: Es tan común el uso del té de tilo, como el dormir bajo la sombra del árbol florecido, para calmar los nervios. Las flores de los tilos son mejores cuantos más viejos son los árboles.
En hebras o comprimidos la valeriana es una de las hierbas más efectivas contra el insomnio nervioso y la ansiedad causada por el estrés. Provoca un relajamiento general, porque además es circulatoria, antiespasmódica y ayuda a descansar. Se la prescribe para dar más vigor a la mujer, ya que regula el tracto digestivo.
Uno de los ingredientes de la cerveza, el lúpulo, también tiene excelentes propiedades para conciliar el sueño. Calmante del sistema simpático. Acompañada de otras hierbas es muy buena pues se sinergian entre sí.
Menos conocidas la melisa o toronjil es usada contra los estados de angustia. La medicina árabe la consideraba un “cordial”, es decir una ayuda para el corazón y calmar las palpitaciones. Tiene la admirable propiedad de alegrar y confortar el corazón. Es el mejor sedante y tranquilizante natural.
Crece en los jardines como enredadera y es aromática. Pero sus acciones no terminan aquí, pues además de calmar el dolor de muelas en buches, y lavar los párpados cuando la vista esta inflamada, con ella se hace la famosa Agua de las carmelitas. Se prepara con hojas de melisa 50 gr, cáscara de limón seca 10 gr nuez moscada 5 gr. clavo de olor 5 unidades. Se deja en maceración en alcohol de cereales (400 cm3), durante nueve días por lo menos, luego se filtra con un papel de filtro y se guarda para tomar por gotas cuando es necesario.
Pero sin lugar a dudas lo mejor es aliarse con el agua. Una buena hidratación diaria permite el normal proceso de desintoxicación. Y por afuera las duchas y baños de inmersión, acompañados de Menta, Violetas, Romero, Lúpulo, Lavanda, Tilo y Manzanilla, resultan muyplacenteros.
En casa de los abuelos, sobre todo con los bebés, había una inofensiva costumbre. Colocar debajo de la almohada bolsitas aromáticas. Si bien se mantienen en secreto estas recetas magistrales se populariza una que tiene partes iguales de lavanda, manzanilla, lúpulo y eneldo semillas, en una tela de 20 por 20 cm que permita que pase el aroma. Colocarla entre la funda y la almohada. Para suavizar el olor de la hierbas se le puede agregar gotas de esencia de lavanda. Además de dormir perfumados, lograremos hacerlo mejor y más pronto.
En La zona del litoral, en el alto Paraná los guaraníes utilizan para acompañar el descanso del enfermo o fatigado la citronella. Esta hierba es un repelente natural de plagas, pero sus virtudes no terminan en su poder antiséptico y desodorizante, sino que además el aroma en un baño corto o una ducha, o en el té, resultan muy placenteras. En las herboristerías y casas especializadas también figura como cedrón paraguayo.
Descartando la farmacopea, desalentando la automedicación, es una invitación al sueño reparador y al descanso, una buena compañía. Si no es física, será espiritual.
La mente, la conciencia y el cuerpo se merecen nuestro cuidado para amanecer con la energía necesaria para enfrentar y disfrutar la vida.