Un especialista en neurociencia dio una versión de cuáles son los mecanismos que se ponen en marcha para poder elegir a la hora de votar en el balotaje. Para demostrarlo se midieron las reacciones ante afiches publicitarios de los candidatos.
El neurólogo José Vila explicó a Infobae cómo funciona "la cabeza" al momento de tener que elegir entre dos candidatos como propone un ballotage
El estudio se enfocó en el análisis de los afiches publicitarios de los dos partidos que obtuvieron mayor cantidad de votos de cara a las próximas elecciones presidenciales 2015: el Frente para la Victoria y Cambiemos.
"Lo que hicimos fue mostrar los spots publicitarios a personas que no nos dijeron si iban a votar a Macri o a Scioli, sino en base a una serie de preguntas detectábamos claramente las preferencias que tenían por uno u otro", explicó el especialista, quien es parte del equipo médico del doctor Pedro Lylyk.
La respuestas cerebrales fueron medidas mediante resonancia magnética funcional (RMf). De esta manera pudieron detectar los patrones cognitivos que se ponen en funcionamiento en el cerebro, qué áreas del cerebro se activaban ante cada estímulo.
"Lo que observamos en el grupo que prefiere a Macri es que se activan las áreas relacionadas con los centros primitivos, que es la amígdala, que está en la profundidad del lóbulo temporal y está relacionado con las emociones. Se activa esa área, pero no podemos saber si lo hace porque le gusta o no. Lo cierto es que le provoca una emoción, que no podemos discriminar", dijo.
Con respecto a los posibles votante de Scioli agregó: "La sorpresa fue que en el grupo que tenía una preferencia por el Frente para la Victoria se activaron otras áreas, relacionadas con la
"Después, la singularidad, la razón, la educación y la cultura es la que nos transforma para bien o para mal", explicó el neurólogo.
La función cerebral se puede evaluar de manera indirecta, a través de la detección de cambios locales en los vasos cerebrales de las llamadas "áreas funcionales- elocuentes o críticas", por ejemplo, en regiones del cerebro humano que controlan funciones específicas en respuesta a tareas determinadas.
Para reconocer las áreas que se activaron utilizaron la técnica llamada BOLD y un equipo RM 3 Tesla, que muestra las áreas cerebrales que se activan, calculando las diferencias en el consumo de oxígeno en las zonas del cerebro que están trabajando más intensamente mientras el paciente es expuesto a estímulos.
Para Vila el uso de las neurociencias en la política están en crecimiento, aunque todavía se está lejos de conocer con exactitud qué significa que se active determinada área.
"Es lo mismo que el neuromárketing. En el fondo lo que se hace es utilizar las neurociencias para ver si las chicas jóvenes, entre 18 y 25 años, prefieren el verde o amarillo para la temporada. Uno puede someter estímulos y ver si se activan áreas de empatía o preferencia o emocionales, pero está muy lejos de ser definitiva"
Además, explicó que entre los países que se toman muy en serio estos avances se encuentran Estados Unidos y Francia: "El ex presidente Nicolás Sarkozy creó en 2010 el departamento de neuropolítica para estudiar cómo reacciona el cerebro ante una cara, el modo de vestir o de hablar, lo que se promete y lo que no se promete".
Vila sostuvo que durante la campaña electoral se utilizó "técnicas para influenciar a las masas. Fue irracional que Hitler o Mussolini tuvieran tantos adeptos. Eso fue porque tuvieron una publicidad y una forma de influir. Les lavaron el cerebro, entendiendo la frase como una reacondicionamiento del cerebro para que tome determinado tipo de conductas".
"Hay una técnica muy probada, que es la repetición, los spots, la generación de miedos. La imagen del miedo contra la de la felicidad, el "yo solo te voy a salvar" y eso crea una dependencia: si yo no hago esto no pertenezco; si yo hago esto me va a pasar tal cosa", finalizó.