Entre los festejos de nochebuena y navidad, hasta llegar a los de año nuevo, el cuerpo se resiente con los cambios de hábitos. Comida, bebida y horas de sueño son sustancialmente suplantados por bacanales con familiares y amigos.
Cómo superar estos escollos sin padecerlos.
Agua, agua y más agua. La hidratación es la clave. Frente al malestar por exceso de comida, lo mejor al día siguiente es tomar mucho líquido, y comer frutas y verduras. La misma prescripción vale si nos pasamos de copas e incluso es recomendable tomar bebidas que ayuden a recuperar sales minerales.
- Tostadas con manteca y miel es otra opción. Esa combinación funciona porque el pan tostado actúa como filtro, absorbiendo el exceso de alcohol. Por su parte, la miel aporta la energía que se llevó el alcohol.
- Dormir. Nada de seguir de largo. Hacer una buena siesta. A nivel biológico, el cuerpo necesita metabolizar el alcohol y para eso nada mejor que dormir.
- Evitar los remedios. Los calmantes son malos para el hígado y el ibuprofeno irrita el estómago si se lo combina con alcohol.
- No tomar café. El café deshidrata con lo cual no es aconsejable tomarlo para hacerle frente a la resaca.
- Un buen baño o ducha caliente, que nos ayude a relajarnos y equilibrar la temperatura corporal para poder metabolizar más rápido lo ingerido. Eso sí, no hay que dejar de tomar agua porque nos podría deshidratar aun más.