Emilio Augusto Pastor
La Proloterapia (terapia de proliferación) es un tratamiento de inyecciones para reparar el tejido conectivo mediante la introducción de una sustancia en el sitio de la lesión.
Por definición, no se usa material biológico por lo que las soluciones utilizadas no contienen nada de las personas que son inyectadas. La solución más utilizada en Proloterapia es la dextrosa. Esta técnica se encuentra incluida actualmente dentro de las terapias de inyecciones de regeneración (TIR) junto con las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP).
Es especialmente útil para el tratamiento de lesiones ligamentarias (ligamentopatías), tendinosas (tendinopatías) y articulares que nuestro organismo no puede reparar por sí mismo debido a la presencia de un tejido de mala calidad (tejidos de estructura debilitada y que no cumplen con su función en forma óptima) como consecuencia de una mala reparación previa.
Esta situación es sumamente frecuente, más aún, con la utilización masiva de antiinflamatorios comunes y corticoides que, al disminuir la inflamación, también disminuyen el proceso reparador. Vale aclarar aquí que, la inflamación no es el villano. En realidad, es el proceso natural que nuestro organismo pone en marcha cuando es necesario reparar un tejido dañado.
En suma, la Proloterapia favorece la reparación del tejido mediante la generación de un proceso inflamatorio local y controlado, lo que activa la respuesta reparadora natural del tejido. El concepto es simple: “inflamar para reparar”. Además, también se describe un efecto neural similar al de las inyecciones perineurales subcutáneas.
Es muy interesante remarcar que la Proloterapia no es una técnica nueva. Surgió en Estados Unidos en el siglo pasado y el primer libro sobre ésta data de 1956. Con el correr de los años la técnica fue variando, se fue puliendo y extendiendo. Numerosos centros en el mundo ya la están aplicando.
Esta técnica tiene según los estudios una efectividad promedio entre el 80 y 90%. Requiere, para su realización, de entrenamiento y un diagnóstico preciso y completo. En este sentido el examen físico del médico es fundamental.
La Proloterapia es una herramienta formidable y forma parte de un tratamiento integral de la persona que sufre de dolor. El plan terapéutico debe incluir también un plan de rehabilitación, de nutrición (alimentación y suplementación vitamínica) y hormonal adecuados.
En nuestro centro realizamos está técnica bajo control ecográfico. El uso de esta tecnología nos permite una mayor precisión, seguridad y eficacia.