Los referentes del Movimiento Evita acompañaron a la Organización Madre Tierra en la ceremonia de la Pachamama
La Mamapacha es la diosa de las comunidades del noroeste argentino, también de Perú, también de Bolivia y a la actualidad del mundo occidental llega a nuestra tradición oral como Pachamama. Considerada como la madre de los cerros y de los hombres, es la tierra cofre que contiene y da vida a todos los seres. Se ofrecen a la madre-tierra alimentos cada vez que se sale de caza o a la recolección, así también se asegura el buen riego, y el equilibrio entre el sol y la lluvia para que los cultivos salgan grandes, sanos y fuertes. En cambio las Comunidades y Organizaciones que resisten alrededor de las urbes o en el intestino mismo de las ciudades, agregan a los pedidos tradicionales, otros que tiene que ver con problemáticas que se desprenden del propio sistema capitalista. Así lo entienden los integrantes de la Organización Madre tierra de San Nicolás.
Rosalía Quipildor.
Militante del Mov. Evita.
Así lo entiende Rosa Quipildor quien es referente de la Organización Madre Tierra y militante del Mov. Evita. Rosalía nació en Pumamarca, Quebrada de Humahuaca. Al casarse se va a vivir a Ledesma, departamento de Jujuy. Como el trabajo escaseaba por aquellos lugares, hace 20 anos vino a San Nicolás y junto a otras Organizaciones de Originarios, está al frente de este ritual que define a los pueblos americanos. Desde sus inicios hasta el año pasado, la ceremonia se celebraba en San Nicolás en unos terrenos al costado del CIC. Siempre se pedía por el terreno propio, hasta que el pedido llegó a oídos de los dioses y este 6 de agosto de 20017 la Organización Madre Tierra pudo realizar el ritual en su terreno propio en Ugarte y Avenida Moreno, terreno que fue cedido por el municipio a partir de una sucesión de pedidos y reuniones que la Organización viene realizando desde los inicios del 2000.
Pero Rosalía además de ser descendiente de la tribu Coya y referente de la Organización Madre Tierra, también es promotora de salud del Movimiento Evita. Hace 9 años que recorre los barrios de la ciudad, ejerciendo su acto de militancia en el área de la salud, y conoce esas otras problemáticas que se abren a los pobladores de los barrios nicoleños que en su mayoría provienen de las provincias y como tal, traen en sus genes la descendencia de los Pueblos Originarios.
La ceremonia.
El domingo está soleado y son las 12: 30 del medio día. Primero se convoca a los hombres que cavan el pozo y se le pide perdón a la tierra por el daño que causan al abrirla. Rosalía avanza y coloca en el pozo una bandeja con incienso y alrededor los alimentos y las bebidas que se dan en ofrenda. Cada alimento tiene su significado: caramelos, frutas y comidas propias de los pueblos Originarios. Con sus mantas y ponchos se cubren el cuerpo y el rostro y ofrecen una oración. Rosalía ora y cuando pide lo hace por el hambre que azota en los barrios, por la salud, por la restitución de los dispensarios de salud pública, por tierra, por techo y por el trabajo que hoy falta y está disgregando a las familias. Pide por los gobernantes, por los Proteccionistas ambientales, por políticas que se ajusten al cuidado del planeta. Luego se invita a los presentes a participar del rito y a compartir un guiso de mondongo con un vaso de Chicha. Rosalía queda un largo rato mirando a la tierra y pidiendo al cielo. Quiere reforzar su pedido. Se extiende en un silencio y luego habla:
–que la voluntad de la diosa tierra nos de fuerza para seguir construyendo para nuestra organización, un salón donde podamos transmitir nuestra cultura, nuestros tejidos, nuestras cerámicas y nuestra lengua-
Natalia de Felipe, pre-candidata a segunda Concejal y Omar Vera candidato a pre-concejal por el Mov Evita, asistieron con sus familias a la ceremonia. Vera expresó:
-Acompañamos esta celebración primero porque Rosalía es una compañera que hace varios años que milita en la Organización Evita, y también porque entendemos que la gran mayoría de los vecinos de los barrios de la ciudad, venimos de las provincias y como tal traemos en nuestra sangre, esta descendencia de los pueblos Originarios quienes fueron los primeros explotados de nuestra querida América Latina, como Organización Social no podemos dejar de identificarnos con nuestras raíces, todo cambio debe comenzar por refundar nuestra cultura, de levantar nuevos referentes que no han entrado en las páginas de esa historia que han escrito los explotadores, no los explotados-